Bajo Palio

Aires taurinos con la Sentencia y la alegría de paso de la Macarena

  • La cofradía del barrio de la Plaza de Toros puso notas de sobria elegancia y desmedida belleza en un cortejo procesional que contó con una amplia representación del Cuerpo Nacional de Policía

A las 17,30 horas de la tarde, hora más taurina, con la fragancia y la música de clarines del Coso de la Avenida de Vilchez, a las puertas de la Iglesia de San Idelfonso, cientos de almerienses se agolpaban para escuchar la lectura de la injusta Sentencia condenatoria del Señor de la Vida y la Esperanza. Las oraciones de ritual por parte del director espiritual Francisco Salazar, quien alentó a los hermanos macarenos a continuar por la senda del amor, de la caridad y la fe, en la entrega y el servicio a los hermanos, teniendo como guía al Señor de la Sentencia y la Virgen de la Esperanza Macarena como amorosa Madre.

Las primeras "levantás" tras las llamadas de rigor, fueron llevadas a cabo por el Alcalde de la ciudad Luis Rogelio Rodríguez Comendador al Señor de la Sentencia; y el Senador y Alcalde de Gádor, Eugenio Gonzálvez, a la Esperanza Macarena, quienes golpearon el llamador del Paso, alzándose ambos al Cielo.

Miles de personas aguardaban impacientemente y se agolpaban en la Calle de las Mercedes y aledaños, produciéndose una exclamación al unísono en los corazones de los fieles, cuando tras la Cruz de Guía, la sección de nazarenos del Señor, vestidos con el hábito y capa de color beige, con antifaz y cíngulo burdeos, apareció bajo el dintel del templo, a los sones de la magnífica Banda de Cornetas y Tambores de Santa Cruz, la efigie soberana del Señor de la Sentencia, en el majestuoso paso del Pretorio.

El paso del Señor, con sus cincuenta costaleros y con un bello ornato de lilium morados, fue dirigido sus cincuenta costaleros con maestría, arte y duende por el Hermano Mayor Félix Miguel Donis, que son suavidad, finura y señorío caminó en las volandas del júbilo desde el Barrio de la Plaza de Toros, de San Blas, camino del casco histórico, entre el canto de saetas doloridas para hacer más llevadero la ignominiosa sentencia. A continuación, la sección de los hermanos del tramo de la Esperanza Macarena, revestidos con el hábito y capa de color verde, con antifaz y cíngulo verde, portando largos cirios; la bandera e insignias corporativas, libro de reglas y estandarte corporativo, junto a la Presidencia, que dan paso a la Señora dolorosa bajo palio, magistralmente vestida por Gabriel Martínez Gázquez. Desde que la Hermandad se constituyera allá por el año 1986 por Antonio Navarro del Pino hasta nuestros días, ha demostrado dar una idiosincrasia y singularidad propia a una hermandad de barrio, cariñosa y entrañable, impregnando en sus hermanos y barrio el sentido fraternal del "ser macareno".

El Paso de Palio adornado con claveles blancos y rosas blancos, y franqueado por miembros del Cuerpo de la Policía Nacional, que invocaban, con la intersección de la Virgen Macarena, salud y protección, para seguir protegiendo como servidores públicos, con eficiencia y eficacia, el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana.La Dolorosa bajo palio, dirigido por el carismático capataz Francisco Javier Jiménez López, que llevó con suma perfección y mimo con sus 45 costaleros bajo el yugo de la trabajadera, al ritmo penitencial del embrujo de la tarde noche en una manifestación de arte, ritmo, luz y color de esta sublime Estación de Penitencia a los acordes procesionales de la Banda de Música de Torredonjimeno.

Su paso por carrera oficial levantó los aplausos y oraciones de miles de almerienses que se encontraban en los palcos, acompañándoles camino del templo.

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