Cultura

Los frisos de Vélez Blanco y su componente hispánico

  • Ramón Corzo, catedrático de Historia del Arte, ofreció una conferencia en el Castillo con la proyección en gran formato de las imágenes de los relieves en madera

Los majestuosos salones del Triunfo y la Mitología del Castillo de Vélez-Blanco volvieron a lucir en sus paredes los magníficos frisos que en su día decoraron este lugar a través de proyecciones de gran formato que permitieron disfrutar de todos los detalles de estas esculturas en madera del siglo XVI que en la actualidad se encuentran en el Museo de Artes Decorativas de París. Todo ello con motivo de la conferencia sobre los frisos de Vélez-Blanco celebrada la tarde del sábado en el Castillo, organizada por el Instituto de Estudios Almerienses (IEA) y el Centro de Estudios Velezanos (CEV) e impartida por el catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla, Ramón Corzo. Esculturas en madera que fueron mandadas tallar por Pedro Fajardo Chacón, primer marqués de los Vélez, para decorar las estancias más singulares de su alcázar-palacio levantado entre 1506 y 1515.

Tras el abandono del Castillo, fueron desmontados y vendidos en 1903 (un año antes del expolio del patio) y, al poco, olvidados y escondidos en el sótano del Museo de Artes Decorativas de París. Reaparecidos en 1992, fueron estudiados por la francesa Monique Blanc y catalogados como una de las piezas más significativas y valiosas de la escultura de influencia renacentista del siglo XVI en España. Seis de los relieves reflejan el triunfo del emperador César y los otros cuatro evocan trabajos de Hércules.

En su exposición, el catedrático consideró necesario "discernir el claro componente hispánico de los frisos" y para ilustrar este aspecto fue describiendo minuciosamente, ayudado de las proyecciones de imágenes, todos aquellos elementos de los frisos que demuestran esta especial característica, relacionándolos con grabados venecianos en los que se pudo inspirar el autor de los frisos de Vélez-Blanco.

Según explicó Corzo, "el artista introdujo una serie de cambios que luego se reflejan en unos grabados posteriores franceses, elementos que solo aparecen en los textos de la General Historia de España de Alfonso X, lo que viene a decir que el autor de los frisos conocía esta crónica, tuvo que ser una persona que tenía muy buen conocimiento de la cultura española ". Es por ello que para Ramón Corzo "el componente hispánico que hay en los frisos de Vélez-Blanco es algo fundamental, por lo que cabe afirmar que no son obra de una artista italiano sin más, es algo que se reelaboró aquí y además sirvieron de modelo para que otros artistas lo utilizaran para hacer ellos sus propias obras dentro del Renacimiento español".

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