Cultura

Mark Parascandola da su visión sobre los escenarios del cine de Almería

  • La muestra 'Once upon a time in Almería' se expone en la Embajada de España en Washington · El autor, cuyos abuelos son de la capital, quedó fascinado por los lugares donde se han rodado películas

Clint Eastwood se paseaba por el desierto con mirada penetrante en aquellas películas del Oeste de los 70 no lo hacía en tierras estadounidenses, sino en los parajes de Almería, escenario para muchos de esos filmes y que ahora recuerda el fotógrafo Mark Parascandola en Once upon a time in Almería.

Como parte de los primeros eventos organizados para la temporada de otoño-invierno de la Embajada de España en EEUU, Parascandola inauguró ayer en la sede diplomática de Washington un recorrido en grandes formatos por esos lugares en los que se rodaron películas como Lawrence de Arabia o Cleopatra.

El fotógrafo estadounidense viaja desde niño a Almería, de donde son sus abuelos, y en una de esas visitas se dio cuenta de que había que rendir homenaje a esos rincones con tanta historia que ahora estaban casi olvidados.

"Aún existen algunos complejos privados, donde se hacen espectáculos y se graban algunos anuncios, pero mucha gente de Almería ni siquiera ha pasado por allí", dijo Parascandola.

La obra, caracterizada por un fuerte color ocre desértico y luces casi siempre del ocaso, busca "recuperar esos sitios icónicos de los que ya no se habla", fundamentalmente en la localidad de Tabares, y responde también al gusto de su autor "por disfrutar de esos momentos con una luz tan especial" del sur de España

Entre las doce fotografías que componen Erase una vez en Almería, en la que solo se avista a un hombre en una de ellas creando cierta sensación de ciudad fantasma, tres de las imágenes panorámicas construidas por varias instantáneas evocan el formato de una pantalla de cine.

Precisamente una de ellas, la favorita de Parascandola, es la que inmortaliza el Cortijo del Fraile, donde transcurre una de las obras más emblemáticas de la literatura española, Bodas de Sangre, de Federico García Lorca.

"Es de propiedad privada y su dueño no quiere invertir en su restauración. Lo están dejando derrumbarse", explica el fotógrafo al referirse al cortijo, que considera uno de los lugares más especiales de la zona a la que dedica su exposición, abierta hasta el 16 de noviembre.

Marcos Parascandola es un fotógrafo con sede en Washington, DC, un epidemiólogo doctoral de formación, que utiliza la fotografía para explorar los patrones de movimiento de las poblaciones humanas, centrado en la arquitectura como evidencia de frecuencia invisibles procesos sociales, ambientales y económicos.

Mark tiene raíces familiares en el paisaje desértico de Almería, y actualmente está documentando los restos de película antigua sets construidos en la región durante los años 1960 y 1970.

Su trabajo ha sido presentado en galerías de Washington, DC y en España, y aparece en el Banco DC arte y numerosas colecciones particulares. Él es un miembro activo del Proyecto de Washington para las Artes y los Artistas Mid City .

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