Cultura

Steve Brockett lleva sus fotos aéreas al Museo Pedro Gilabert

  • La exposición del artista británico, que recoge unas imágenes que a veces se confunden con pinturas, podrá ser visitada hasta el día 25 de este mes

El Museo Pedro Gilabert, ubicado en Arboleas, ha programado una serie de actividades para este verano bajo el titulo "Un lenguaje imaginario". El título se basa en unas reflexiones sobre vocablos como imagen, imaginación, imaginar y su repercusión en la actualidad; así como en el propio contenido de la programación : imágenes fotográficas, diseño, pintura, proyecciones.

Lo de imaginario es un juego, entre la ausencia de realidad de su significado, por un lado y la propia etimología de la palabra realidad, por otro.

"Creemos que con las exposiciones, así como con las demás propuestas de este proyecto, podemos contribuir a la reflexión sobre estos peligros de indiferencia, frivolidad y masificación que nos acechan", comenta Luis Ramos, director del Museo Pedro Gilabert.

La primera propuesta de este proyecto es la gran exposición de fotografías aéreas titulada "Líneas de paisaje" del ingles Steve Brockett. La muestra estará abierta al público hasta el 25 de julio.

Steve Brockett nació en Worthing (Reino Unido) en 1960. Aún niño se trasladó a Gales, donde posteriormente se formó en Bellas Artes, en la localidad de Cardiff. En 1984 empezó su vida profesional como artista.

Entre 1985 y 2002 participó en diversas exposiciones y desarrolló una reputación internacional a través del Kite Art (Arte en Cometas).

A principios de los años 90 realizó varios viajes a España y en 1998 vuelve a pintar con óleo, pasando entonces 6 meses de trabajo intensivo con la pintura en España.

La mayoría de sus pinturas se hacen por encargo y, junto a sus cometas, pertenecen a diferentes colecciones privadas de todo el mundo.

Durante 11 años ha estado volando en parapente y en 2006 empezó a volar con paramotor, lo que le ha dado la oportunidad de estar en el aire y poder concentrarse, a la vez, en las sutilezas de la tierra vista desde arriba. Pudo entonces observar, dibujadas en este paisaje, texturas y líneas que se conectaban profundamente con sus últimas pinturas. La cámara fotográfica se ha convertido en la herramienta ideal para capturar y transmitir estas imágenes.

Para el artista, las imágenes aéreas que constituyen su trabajo más reciente son a la vez reveladoras e irresistibles. Una exposición excepcional en el Museo Pedro Gilabert.

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