Comenzaba el pasado viernes en Mojácar el VI Encuentro Mundial de Tunas, en el que se han dado cita 30 agrupaciones integradas por aproximadamente 500 tunos entre masculinos y femenino, que culminó el pasado sábado con un pasacalles y el posterior certamen al que concurrieron numerosas tunas y cuyo único requisito era que debían participar, al menos, quince componentes de cada una de ellas.

El Centro de Usos Múltiples fue totalmente ocupado por los que no quisieron perderse un buen rato de entretenimiento en el que la Tuna Universitaria de Almería dejó su sello de buen hacer y buen sonar alzándose con el premio a la mejor Tuna.

Al decir de la Tuna de Ciencias de Granada, encargada de organizarlos, "el Encuentro se consolida como un punto anual de intercambio cultural y musical entre tunas de todo el mundo. Y cómo no, también una fenomenal excusa para pasar un fin de semana en Mojácar, con sus playas, sus bares, la gente".

Laúdes, guitarras, bandurrias, panderetas y baquetas, trazaban sones en la brisa marinera de Mojácar. Un incesante ir y venir de grupos ataviados con los conocidos trajes negros de bachilleres, becas distintivas, bicornios y rosetones, y las capas con sus cintas y escudos, animaban el atardecer de un día de primavera.

Dos tunas fueron este año invitadas a participar en el Encuentro: la Tuna Femenina de Medicina de Universidad de Coimbra, Portugal, que hace dos años fue galardonada con varios premios en la final, entre ellos mejor solista y segunda mejor tuna, así como la Tuna de Obras Públicas de Madrid, ganadora del certamen durante dos años consecutivos. Todas las tunas participantes dejaron en el aire la coplilla ya antedicha: "Los tunos se vinieron a Mojácar, unos con bandurrias otros con guitarras, todos con cintas prendidas en las capas, escudos cosidos con agujas de nácar. Era finales de abril, mes de primavera tardía, fin de semana febril, las tunas una a una actuarían

Moros y Cristianos de cicerones hicieron, los llevaron del Ayuntamiento al Frontón, de allí al figón donde comieron, tras ello las rondas a todo vozarrón. Cantaron por rincones y barrios, la gente a su paso daba palmas, por minutos olvidaron líos bancarios, las letras eran para las damas.

Los concejales y a su frente Rosmari la alcaldesa, disfrutaban con pasacalles y rondas, aquí un tuno, allá una tuna portuguesa, las notas volaban como alondras. Había tunos tunantes los muy pillos, años atrás dejaron los sesenta, que jolgorio armaron los diablillos, la edad se lleva en el alma la otra no cuenta.

Marcharon todos por donde vinieron, llegó el cada cual a su olivo, los mojaqueros de corazón agradecieron, a los tunos el fin de semana festivo".

Fue un fin de semana muy intenso con un excelente ambiente, con mucho colorido y sobre todo con mucha música. A todo ello también acompañó el buen tiempo en la zona.