Los años parecen no pasar por él. Casi siempre está igual, pero la realidad es que Juan Manuel Cidrón tiene ya más de 50 años. Eso sí, lleva más de 30 vinculado a la música, un mundo al que ama profundamente. Hasta ahora había grabado en solitario o en grupo, pero jamás antes había grabado un disco a base de sonidos de electrodomésticos.

Acaba de salir el trabajo Electrodoméstico que ha grabado tras unos meses muy intensos. Cidrón lo primero que comenta del nuevo disco es que "hay que escucharlo con un volumen apreciable o con auriculares, para poder disfrutarlo bien".

Este genial músico que lo mismo toca en un Auditorio reducido que en el altar de una iglesia, lleva ya tiempo con la idea de grabar un disco tan personal. "Hace unos meses se dieron las circunstancias para hacer un disco dedicado a los sonidos cotidianos como un secador, una batidora o un calentador, una lavadora o un frigorífico. Lo que he hecho ha sido muestrear sonidos de doce electrodomésticos, ya que hice una criba porque contaba con 20 pero había algunos que por su textura para generar sonidos los he desechado".

Realmente hacer este tipo de grabación ha sido compleja. "He ido grabando cada electrodomésticos en distintos momentos de su funcionamiento, y con un procesador de sonido, manipulé y alteré los sonidos y le hice un homenaje a cada uno de ellos", comenta Cidrón.

Para este creador, el que mejor suena es la lavadora. "La lavadora es espectacular. Cuando se pone a centrifugar es algo especial. El lavavajillas también tiene muchas posibilidades, aunque hay instrumentos musicales muy sutiles, que me ha costado mucho como es la tostadora que solo tiene un golpe y con eso he generado toda una historia".

"Otro que me costó mucho fue el frigorífico. "Cogí un minidisc y con un micrófono lo metí en el interior del frigorífico y lo grabé. Se oyen cosas muy sutiles, se oyen los gases, la puerta abriéndose y cerrando. Con eso generé una atmósfera fría y repetitiva. El disco es el mas anticomercial que he hecho en mi vida, pero del que estoy más contento", confiesa.

Claro que la dificultad de esta música está hacerla en directo puesto que aparte de no poder disponer de electrodomésticos, hay sonidos que apenas se podrían percibir. "La presentación del disco la quiero hacer con la batidora. Para hacerlo en público es muy difícil, porque es un trabajo de laboratorio que requiere mucha manipulación. Lo voy a intentar hacer, tomando las muestras en directo y generando los sonidos que tengo en el procesador", explica.

Entre los planes para este año y el próximo 2012, Cidrón tiene previsto varias grabaciones. "Este año tengo previsto sacar un doble trabajo de música planeadora. He incluido un tema que dura una hora y otros temas que he dedicado a la Patagonia. Ese será para finales de este año. En 2012 sacaré un disco con música de piano". Cidrón que es un referente de la denominada música electrónica fue buen estudiante en Bachillerato y luego se matriculó en Magisterio, pero al poco tiempo lo dejó por la música. Tiene la carrera de piano y solfeo, cinco años que ya le marcarían para el resto de su vida. Primero fue el piano, luego los sintetizadores, después una suma de experiencias cósmicas que ha ido dejando reflejados en sus trabajos publicados.

Comenzó en el verano de 1976 y tenia 19 años. Al año siguiente entraría a formar parte del grupo Nirvana y luego formaría Hipokeymenon. Su andadura en solitario se inicia grabando tres CDS con los títulos Sonidos para acciones I, II y III. Luego grabó Inox y Yaset.

Desde hace unos años, compagina su labor en solitario con su participación en los grupos Piel de Canto y Alondra Satori. Entre otros trabajos, Cidrón ha destacado por sus colaboraciones con el Centro Andaluz de Teatro en la obra Cinco peldaños, dirigida por Rafael Torán, para quien compuso la música; con el histórico grupo de teatro almeriense Axioma, en Metamorfosis 93; en el documental Operación Flecha Rota, de José Herrera, sobre las bombas de Palomares; o con el cortometrajista Juan Gómez, en Ansium.

Es un personaje vitalista, positivo, que además tiene un gran corazón y eso lo demuestra haciendo el bien por los demás, a cambio, de nada.