Días rojos

Manuel Cuesta

A comienzos de agosto

EMPEZAMOS las vacaciones de agosto con ese hálito de incertidumbre política. El actual gobierno, o Rodríguez Zapatero, ha tirado la toalla. Llegamos a nuestro reducto de paz preguntándonos si realmente nos merecemos ese descanso, o si, dada la situación actual, deberíamos haber dado más de nosotros mismos en nuestro entorno laboral. Quizá por eso sea un agosto más amargo que los anteriores. Porque nos acercamos ya a los 5 millones de parados en España, porque la primera economía mundial puede declararse en suspensión de pagos o lo que es peor: en el cuerno de África no llega la ayuda humanitaria y un millón de niños morirán de hambre. ¿Cómo dormir tranquilos? Este mes harán 20 años que dije mi primer te quiero. No sé qué significa pero quizá sea razón suficiente como para no rendirse y seguir luchando por cambiar el mundo. O para que éste no nos cambie a nosotros.

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