abierto de noche

Fco. J. Sánchez

Sabina & cia

JUAN José Millás no es santo de mi devoción, sin embargo me quito el sombrero ante el nuevo espacio que presenta en Canal Plus, Conversaciones Secretas. La más que conseguida primera entrevista al recurrente Joaquín Sabina se puede ver completa en la televisión del futuro, Youtube, y pasa revista a lugares fetiche para el cantautor, desde La Mandrágora, que sigue existiendo pero que ahora se llama Lamiak, hasta su propia casa, la de Sabina, que de museo íntimo y privado del universo Sabina ha pasado en los últimos tiempos a ser perenne decorado de sus apariciones públicas.

El de Sabina es un fenómeno que a pesar de ser exprimido hasta el aburrimiento nunca deja de dar frutos. Recientemente se ha publicado una biografía extensa (Pongamos que hablo de Joaquín. Joaquín Carbonell. 2011. Ediciones B) que da un paso más allá de los anteriores libros controlados por el cantautor y que recopila de forma bastante completa todo lo que concierne al mundo exterior de Sabina, y también al interior, mundos que en su caso han estado poco separados. Sabina es un tipo que siempre anda a medio camino entre el precipicio y el sentido común. Hace concesiones en el mismo porcentaje en que las niega y llega al punto en que ya todo en él es comercial, libro, disco, poesía, concierto o lo que sea. A su último disco Vinagre y rosas, le seguía un libro de amplias explicaciones sobre su gestión a dúo con Benjamin Prado, dejando entrever que hoy en día un buen disco no se vende sin un buen libro, o mejor dicho, que lo probable es que se compre el libro y no el disco.

De hecho Sabina no tiene reparos en confesar su intención de escribir más y cantar menos. Por ello lo último que nos llega es un musical, sí, un musical, previsto para estrenarse en octubre basado, cito textualmente, en la discografía del cantautor y que repasará alrededor de una treintena de sus conocidos temas. Un musical sobre Sabina pero sin Sabina. En plan Hoy no me puedo levantar de Mecano (el musical), Sabina no se tiene que levantar de su cama, ni salir de su casa para seguir dando dividendos.

El musical, que se llamará Más de cien mentiras, según se anuncia "se trata de una historia dura, de timos, llena de mentiras y con personajes que parecen haber salido directamente de sus discos" que puede llegar a materializarse como largometraje. Esperemos que no se ciña estrictamente a lo prometido y que no haga que, citando a Umbral, el decadente Sabina se convierta en un espectáculo con un cantante falso y que el auténtico, imitando a Lennon o Elvis, se quede en casa practicando su cada vez más amada agorafobia.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios