EL otoño se acerca tímido como el rumor mágico y sombrío de una canción de Nick Drake. La pasada madrugada tuve que cerrar las ventanas del dormitorio, el aire entraba más fresco de lo habitual y el viento empezaba a agitar las ramas y las hojas de los árboles de mi urbanización. En otoño es cuando realmente comienza el año y sin duda es la estación más elegante. El paisaje se deshace de su vestimenta de hojas amarillas. La estampa de algunos parques se me antoja más hermosa y seductora que cien primaveras en pleno fulgor. El cristal golpeado por la lluvia, el olor de las castañas al fuego, la llegada del frío y la delicadeza de una madre subiéndole el cuello de la chaqueta a un niño, son todas esas imágenes que sosiegan el alma y te conectan con la belleza del mundo. Machado lo describió bien: "Está la tierra mojada/por las gotas del rocío, /y la alameda dorada, /hacia la curva del río".