Días rojos

Manuel Cuesta

Diez años sin Enrique Urquijo

AUNQUE tú no lo sepas, Enrique, muy a menudo te echamos de menos. Parece mentira que hayan pasado diez años desde tu fortuita y trágica desaparición. Alguien te dejó solo en un portal de la calle Espíritu Santo, en el corazón del barrio madrileño de Malasaña, o más bien Malasombra como apuntaló Sabina en un soneto. Se echa en falta tu talento en este jodido mundo y tu voz rota de tristeza tierna cantando Volver a ser un niño. Ahora muchos artistas naufragamos por garitos y cafés para saber si es verde la luz de los ojos de esas gatas que acuden a nuestros conciertos o suspiran detrás de una barra. Quizás estés marcándote un dueto celestial con el bueno de Antonio (Vega), sería estupendo oíros. Y qué gran verdad cuando decías con enorme honestidad que el artista se vuelve vulgar al bajarse de cada escenario. Te recuerdo bastante bien, Enrique, y te buscaré cantándote siempre que pueda.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios