ESPAÑA: uno de los países con mayor índice de corrupción política de Europa. O al menos, los medios dicen que es una de las principales preocupaciones de los ciudadanos de este país. Si hacemos una lista de los sospechosos habituales por orden alfabético tenemos a: Bárcenas, Blanco, Bustos, Camps, Correa, Costa, Duran I Lleida, Matas, Pujol, Rato, Torres, Urdangarín… A medida que pasa el tiempo la lista va en aumento. Y la realidad, triste y tangible, es que cada día (o casi) se destapa un nuevo escándalo valorado en millones de euros. Estafadores, prevaricadores, timadores, chorizos, descuideros, caraduras, se burlan de una ciudadanía que trata de sobrevivir con su sueldo o su subsidio de desempleo si lo tiene. Y no hay justicia para los ladrones. Crece el escepticismo por el sistema judicial. Y por supuesto, la gente ya no cree en la clase política porque le resulta vil y cuatrera.
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