La tribuna

José Miguel Torres García. Catedrático de Instituto

¿Hay fraude educativo?

LAS pruebas externas son necesarias, pero no suficientes, para controlar la calidad de la enseñanza, dado que, si están mal estructuradas, pueden distorsionar el proceso educativo y enmascarar las deficiencias. La Prueba de Acceso a la Universidad (PAU, Selectividad) es la única externa que el alumnado realiza antes del nivel universitario. Para superarla no es preciso aprobar cada una de las asignaturas, pues lo establecido es que unas sirvan para compensar las deficiencias de otras, de modo que, si se obtiene una media de 4 puntos, se procede a promediar con el expediente (media obtenida en el Bachillerato), siendo entonces necesario alcanzar como mínimo 5 puntos.

Dado que se va a tratar un asunto delicado, es conveniente que los lectores entiendan bien el planteamiento. Consideremos algo tan conocido como la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). Durante la revisión del coche se detecta que la frenada es insuficiente y que los faros no funcionan. Habría que ir al taller de reparaciones y volver a la ITV para sellar la revisión. Pero la situación cambiaría radicalmente si hubiera que puntuar las características y calcular la media. Por ejemplo: frenos (2), dirección (8), luces (2), cinturones de seguridad (8). Como la media es 5, ITV superada.

En el caso de la PAU, si los alumnos A y B tienen un expediente de 6 puntos, la superarían con las notas siguientes (considerando 4 asignaturas): A (2, 2, 6, 6), B (1, 3, 4, 8). En ambos casos la media es 4, pero al promediar con el 6 se llega a 5 puntos. Es decir: la PAU ha detectado las deficiencias, pero las obvia al calcular la nota de acceso. Tal circunstancia actúa distorsionando las evaluaciones finales en los centros educativos.

En 2º de Bachillerato hay que tener aprobadas todas las asignaturas para presentarse a la PAU. ¿Qué pasa en las juntas de evaluación cuando hay constatación de las deficiencias? Si el alumno suspende no puede ir a la PAU, pero si decae la exigencia educativa y es aprobado, la posibilidad de superarla es muy alta. Ante estas situaciones reales, las calificaciones pueden ser justas o indebidamente alzadas. Esto último es lo que algunos llaman fraude inducido por la PAU, que se refleja en las estadísticas cuando la nota media, en asignaturas y centros concretos, es extremadamente baja. Se cobra lo mismo por evaluar con solvencia que por aprobar hasta al lucero del alba.

Como complemento a lo publicado el 27 de febrero, ahora se expone el total de suspensos por asignaturas, según las calificaciones registradas en las estadísticas de junio pasado. En los datos siguientes no se ha contabilizado el intervalo "4-5" (entre 4 y 5), pues los suspensos más altos (próximos a 4,99) no están diferenciados y serían casi aprobados. Biología, 194 suspensos (hasta con 4 puntos). Ciencias de la Tierra, 16. Comentario de texto, 146. Dibujo Técnico, 29. Economía, 101. Electrotecnia, 8. Física, 98. Geografía, 130. Griego, 5. Hª de España, 140. Hª de la filosofía, 132. Hª del arte, 53. Inglés, 381. Latín, 100. Literatura universal, 23. Matemáticas I, 216. Matemáticas II, 224. Química, 276. En suma, 2272 calificaciones con nota hasta de 4 puntos.

Es obvio que si todos los aprobados de los centros educativos fueran absolutamente fiables, el número de suspensos en la PAU tendería a ser cero. Por añadidura, las estadísticas de las asignaturas consideradas registran 162 calificaciones en el intervalo "menor de 1", 347 en el "1-2" y 614 en el "2-3", en suma, 1123 suspensos, que con los 1149 del intervalo "3-4", totalizan los citados 2272 (sumando 1346, del intervalo "4-5", la cifra ascendería a 3618). ¿Cómo es posible que la PAU registre tantos suspensos en asignaturas que constan como aprobadas en las actas de evaluación? Este es el meollo de tan delicada cuestión, pero, lamentablemente, los informes de la Inspección al respecto siguen brillando por su ausencia.

Considerando otras provincias de Andalucía y del resto de España, cabe suponer que el montante de los exámenes con suspenso sea altamente preocupante. En Almería la PAU registró el 94% de aptos en junio pasado. Del número de exámenes con nota de suspenso, ni mu (esta vez nos hemos enterado 11 meses después y de chiripa). La PAU proporciona mucha información, pero en la práctica es un coladero. Si se exigiera un mínimo de 5 puntos en cada asignatura, como condición necesaria para calcular la nota de acceso, el porcentaje de aptos en la PAU no sería tan triunfalista y se acercaría bastante más a la realidad.

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