ESTE verano el escritor Alberto Vázquez Figueroa no ha inventado nada y el mundo no ha progresado, el mundo real, que no el virtual ya que el mundo inmaterial informático internauta sigue su progreso a buen ritmo. Por fin se ve luz en el conflicto legal-ilegal, descargas sí-descargas no, propiedad intelectual, derechos de autor y apocalipsis cultural. Y es la reina de los vídeos, Youtube, la que está poniendo puertas a este campo, puertas abiertas y espaciosas para que entre todo el mundo. Ya va dejando de tener sentido descargarse a través de redes de intercambio P2P (el emule) toda la discografía de, pongamos por ejemplo, Beatles, Rolling Stones, Joaquín Sabina o Joan Manuel Serrat, por poner ejemplos de los más conocidos y deseados a nivel general. Va dejando de tener sentido porque Youtube ya las ofrece desde hace tiempo, de forma legal y/o permitida por las compañías discográficas y/o, suponemos, los propietarios de dichos productos.

Con publicidad o sin ella, pero las ofrece. Y ya no se trata de vídeos, ni de canciones subidas por no se quién, sino de los discos originales completos. Adiós mp3, que va a durar menos que el CD, desde el momento en el que tengamos a mano un dispositivo, móvil, tablet, ordenador, portátil, con acceso a internet; ahora mismo basta con poner en Youtube el disco que queremos escuchar y ahí lo tienes. Cierto es que ahora sólo hay clásicos (no todos) y nada de nuevos discos, pero el brazo a torcer se dará cuando la opción sea competir con las inevitables descargas sin colgar el disco y perder la batalla directamente o hacer cuentas con los ingresos por publicidad al principio del vídeo y la reducción de descargas.

Haciendo internet-ficción, emule desaparecerá y ya nadie se bajará nada, se potenciarán los dispositivos de audio con acceso a internet para que dejen de tener sentido los soportes físicos en el salón de tu casa o en el coche, coexistirá una justa y rentable remuneración por derechos de autor y grabación proveniente de la publicidad y cuotas de pago de internet con el disfrute de los usuarios, dejarán de dar la paliza los músicos porque se descargan su música y los últimos mohicanos del soporte físico porque salvo para coleccionistas no habrá soporte físico.

Y por último, Youtube con sus incalculables ingresos terminará participando y financiando la grabación de discos. Por fin se arreglará el mundo gracias a Youtube.