Abierto de noche

Francisco S. Collantes /

Ojos cerrados

ES fácil llegar ahora con los ojos abiertos a ese sitio de Almería donde un inglés escribió es fácil vivir con los ojos cerrados, mientras pensaba en un orfanato de la ciudad donde creció y se ponía delante de esos ojos unas gafas redondas para hacer una película malísima. Fue el mismo año en el que nací yo a unos cien kilómetros de ese lugar donde mataba el tiempo como actor un músico inglés que ya no sabía muy bien que hacer toda vez que él y sus tres compañeros de grupo dejaron de hacer giras. Y es fácil ahora llegar a ese lugar museo llamado Casa del Cine porque dos años después de que yo escribiera mi tercer artículo diciendo que se podría indicar con carteles como llegar al museo inencontrable, han puesto dos carteles morados, malvas, violetas, indicando por donde ir. Ahora vivo a un km de ese lugar cerrado y sólo visitable, al menos este verano, con cita previa, según dice en un cartel que apenas se puede leer; lóbrego y comido por la humedad en algunas partes bajas exteriores, como olvidado apenas dos años después de abrirlo. Y el fantasma de esa leyenda urbana artificial creada en Almería llamada John Lennon, mi obsesión desde su muerte hace treinta y tres años, me rodea, me sigue persiguiendo, como ese destino del que puedes huir, pero no puedes escapar. Y me sigue inspirando, como a David Trueba para hacer la enésima réplica en forma de película del mundo que gira alrededor de una canción metafísica de arreglos orquestales imposibles. Strawberry fields para siempre escuchándola en nuestras cabezas queramos o no y las peripecias de un profe de inglés persiguiendo a un Lennon disperso en su mundo de conflictos internos nunca resueltos. Un Lennon que en esa época no era ni el beatle gordo y cazurro anterior ni el apostol barbudo drogadicto posterior. Un fantasma que nos sigue y me sigue persiguiendo y añade a Almería un turismo imaginario inexistente typical Lennon para que Almería sea además de donde se hacían las películas, donde estuvo John Lennon y donde está su fantasma ya cercano a mí forever. Verjas cerradas de un orfanato de Liverpool llamado Strawberry Field teletransportado a Almería con las verjas igualmente cerradas, como los ojos de la película y de todos los que ya piensan (y me incluyo) que es mejor, y más fácil, vivir con los ojos ídem. Como dice la canción, y la película. Déjame llevarte allí, donde nada es real, salvo los fantasmas.

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