Escuadra de mago

Nico García

Ataques de entrenador

ES cierto que un entrenador tiene muchísimos más conocimientos sobre uno de sus jugadores que un aficionado o periodista; no por ello no se equivoca y sus decisiones pueden ser criticables. El artículo de hoy me gustaría enfocarlo en los ataques de entrenador, esos que muchas veces no tienen explicación posible y que casi siempre salen mal. Uno de los últimos lo protagonizó Ancelotti en Turín, colocando a Sergio Ramos de lateral. El sevillano ya había jugado con anterioridad ahí; de hecho, era su posición natural antes de pasar al centro de la zaga. Sin embargo, el cambio no se entiende demasiado. Una vez que Ramos había adquirido todos los automatismos de central, convirtiéndose en uno de los mejores del mundo -si no el mejor- en esa posición, viene Ancelotti y lo marea. Primero lo coloca de mediocentro en Barcelona y después de lateral en Turín. ¿A qué se puede deber este cambio? El técnico tendrá mil factores, aunque huele más a que no se atreve a sentar definitivamente a Pepe. El resultado fue el que fue. Como leí en una de esas redes antisociales, la intención es que el de Camas defendiese como Arbeloa y atacase como Carvajal. Ocurrió lo contrario.

Bromas o no aparte, muchos de estos ataques de entrenador, posiblemente no lo entiendan ni los propios técnicos. Otro ejemplo es el de Djukic con Guardado. El mejicano es un buen centrocampista al que Djukic se empecina en ponerle de lateral zurdo. La jugada le sale mal, pero el protagonista del penalti más famoso de fútbol español lo sigue haciendo. Otros son Saúl Ñíguez o Mascherano, ahora centrales. ¿Suso? Se mueve mejor por el centro, pero su caso viene motivado por la ausencia de alguien que destaque por la izquierda. A otros jugadores el cambio de posición a lo largo de su carrera sí les ha funcionado: Cesc, el propio Ramos o Soriano. Y hay otros que no se sabe ni de qué juegan.

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