DESCONOZCO de dónde proviene el ser humano, si del mono o vaya usted a saber. Pero sí sé que todos somos iguales, personas por dentro, independientemente de si uno tiene la piel de color negro o los ojos más achinados. No pretendo presentar argumentos a aquellos que piensan que una raza debe prevalecer sobre otra (no hay debate que valga), tan sólo busco que tomemos importancia sobre los actos racistas en el fútbol, algo muy grave. El asunto ha vuelto a ser tema de actualidad por el mono que le lanzó un plátano a Dani Alves el domingo en El Madrigal, acción que ha dado la vuelta al mundo, con deportistas de todas las razas sumándose a la campaña '#Todossomosmacacos'. Como ocurre con todas las noticias de actualidad, la de Dani Alves ha hecho que aparezcan más informaciones del mismo tema. Por ejemplo, la de Donald Sterling, propietario de los Clippers, que ha sido suspendido por la NBA después de que la web TMZ publicase una grabación en la que Sterling le aconseja a su novia que no asista a los partidos de su equipo con amigos negros ('negro' mejor que 'de color').

Si lo del cafre de Villarreal sirve para que volvamos a tomar conciencia de un asunto importante como es la discriminación por ser de una raza diferente, bienvenido sea. Lleva razón Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, al afirmar que "lo que hace tan bonito al deporte es que lo practican personas de distintas razas". Eso es lo grande del fútbol, que permite juntar a un ejecutivo y a un obrero, a un español y a un japonés. Se trata de un elemento universal en el que el racismo debe estar más que prohibido. Joseph Blatter aseguró que lo "que toleró Dani Alves es una barbaridad". ¿Cómo hay que actuar? ¿Con ironía como hizo el defensa azulgrana?, ¿parando el partido hasta detener al mono que tira el plátano desde la grada? Difícil cuestión. ¿Ustedes qué harían?