La tribuna

Jose Maria Martinez De Haro

La gran farsa (II) ¿Quién defiende a España?

YLLEGÓ, tal como estaba anunciada, la escena principal de esta Farsa. Arturo Mas, mandíbula apretada, gesto de satisfacción, firmó el Decreto que autoriza la Ley de Consultas. Al estampar su firma, arroja con desdén la pluma sobre la mesa, como un desafío a los Hados. Todo lo que ha seguido después estaba igualmente anunciado; el Gobierno de España recurrió al Tribunal Constitucional y este acuerda por unanimidad suspender la Ley de Consultas de manera cautelar. Y como cabría esperar, el Presidente de la Generalitat, sus Consejeros, las Instituciones en Cataluña, no han acatado tal suspensión .El Estado de Derecho ha desparecido en Cataluña. Prestigiosos juristas han opinado sobre este desafío frontal de Arturo Mas al Estado y singularmente al Gobierno de España; la acción se califica de desacato, sedición o incluso traición. El Gobierno de España no ha reaccionado con la contundencia que algunos esperaban. Las herramientas legales del Estado de derecho ,hasta ahora, no se han hecho valer contra los sediciosos. El Fiscal General y la Abogacía del Estado se comportan como un mediocre despacho de abogados de Bollullos del Condado. Se pronuncian con ambigüedad y balbuceos en un asunto que acongoja a millones de españoles inquietos por el posible devenir de estos hechos que ya han cobrado fuerza política y social en Cataluña, en España.

Todo es parte de la Gran Farsa que se desarrolla con impunidad en territorio español donde se perpetra por los propios representantes del Estado el mayor desafío a la unidad territorial de España. Habíamos entendido que este conjunto de ciudadanos que conformamos una de las naciones mas antiguas del mundo, habríamos de vivir con cierta tranquilidad los avatares políticos de unos dirigentes raptados por delirios de grandeza y acuciados por la necesidad de crear una pequeña República que diera forma política a la mas grande organización mafiosa de Europa. Tranquilidad para el Clan los Pujoles, Arturo Mas, Maciá Alavedra, Millet y todos los corruptos declarados y por declarar que pueblan ese territorio español llamado Cataluña. Que miles de catalanes se hayan dejado arrastrar por ese delirio y participe de esta Gran Farsa es problema de ellos mismos aunque hayamos de lamentarlo los demás españoles.

Y en este capítulo tan decisivo de la Historia, ¿quien defiende a España?. Según la Constitución hay poderes llamados a defender España cuando circunstancias excepcionales lo requieran. El Presidente de la Generalitat es el máximo representante de España en Cataluña, y sucesivamente su Gobierno y los Diputados en el Parlamento de Cataluña. Salvo excepciones, los más cualificados dirigentes catalanes se encuentran ahora mismo enfrentados a la Ley y a la Constitución como sediciosos de facto. Y aquí no ocurre nada. Tal como en las grandes farsas, se mantiene la tensión y el misterio pero hay un final previsto y esperado que lo resuelve satisfactoriamente. Así debe ser en este caso de sedición en Cataluña porque no se entiende de otro modo la pasividad del Jefe del Estado en este asunto. El Jefe del Estado esta legitimado en caso extremo para defender la unidad territorial del Estado español, la integridad de España frente enemigos exteriores y también interiores. Pero antes es el Gobierno de España quien ha de utilizar sus poderes para restablecer el orden constitucional. Hay otras jerarquías e Instituciones del Estado que igualmente tienen encomendado este deber. Pero Arturo Mas , Oriol Junqueras, el Clan de los Pujol y los satélites políticos y económicos de este desafío conocen que no va a ocurrir nada que les altere, juegan con enorme ventaja y así podrían consumar su Plan secesionista. Y si acaso esto no fuera posible en este momento, han dejado sembrada la semilla de la discordia social, el rencor y el odio a España de tal forma arraigado en Cataluña que la mayor parte del daño ya está hecho, ocurra lo que ocurra el 9 de Noviembre. Se cumplen ahora 80 años de otro desafío frente al Estado español, Los hechos muy similares, la gran diferencia es que los protagonistas de entonces fueron políticos sinceramente independentistas sin cuentas en bancos de en Andorra o Luxemburgo, ni haber robado a manos llenas los dineros públicos, simplemente ansiaban una Cataluña independiente, La repuesta del Estado español, la Segunda República fue fulminante, y aquello acabó apenas había comenzado.

¿Quién te defiende ahora, vieja y agotada Nación? Puede que efectivamente todo acabe como una Gran Farsa. De no ser así, de acabar tan mal como millones de españoles vaticinan, D. Felipe VI, D. Mariano Rajoy, D Eduardo Torres- Dulce, D.Carlos Lesmes, y D. Pedro Morenes, entre los más cualificados, quedarán señalados por la Historia.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios