Suelo Mojado

Javier Menezo /

Mujeres y paro

AHORA que hemos decidido que se ha iniciado la recuperación, es bueno volver a analizar el papel de las mujeres en los años de la recesión, lo que ya había hecho tangencialmente en otros artículos de esta columna. De entrada, destaca que en Almería con mayor intensidad que en otras zonas de España, la situación económica en estos últimos años hubiera sido aún dramática de no ser, precisamente, por las mujeres. Hagamos memoria. Llevábamos décadas criticando el paro femenino y hablando de la necesidad de acercar las tasas de desempleo por género y como si un genio burlón hubiera escuchado nuestras plegarias, no sólo se igualó sino que en septiembre de 2008, y por primera vez en nuestra provincia, el número de parados inscritos superó al de mujeres, aunque por el lamentable sistema de disparar el paro masculino. La explicación radica en que el gran peso del empleo destruido ha sido el de un sector tan masculinizado como el de la construcción. Unos 40.000 empleos ha llegado a perder este sector en Almería si observamos los datos de ocupados de la encuesta de población activa en este período. Ante la pérdida del sueldo principal del hogar, miles de mujeres se incorporaron al mercado de trabajo y muchas lo lograron. De hecho, la tasa de actividad, es decir la de personas que trabajan o buscan trabajo, que más ha crecido estos años ha sido el de las mujeres casadas. Así que justo es reconocer y homenajear el esfuerzo de esas miles de mujeres almerienses, en un porcentaje muy elevado en los almacenes hortofrutícolas, que en estos años difíciles han evitado el colapso económico de las familias. Por cierto, de todas las capas sociales.

La situación de pérdida de empleo entre los hombres llegó a ser tal, que al acabar 2010 el 56% de las personas inscritas como desempleados eran varones, y todo ello a pesar de la fuerte incorporación de la mujer al mercado de trabajo durante esos año. Hoy, en este torpe y lento inicio de la recuperación, con el sector de la Construcción volviendo a levantar cabeza el 50,5% de los parados son hombres y el 49,5% mujeres. El futuro parece traer un incremento del empleo masculino, mientras que el femenino crecerá despacio y en las grandes cifras seguirá vinculado a la estacionalidad y los almacenes. Lo que si parece probable es que el mismo genio burlón está escuchando las críticas sobre que el empleo femenino era más precario, con más trabajo a tiempo parcial y peores salarios que los hombres y creo que en el futuro próximo se igualará como antes con ell paro, poniendo la precariedad masculina al nivel femenino.

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