La Escuadra de Mago

Nico García

Partido a partido

ME regalaron los alevines del Poli Aguadulce el otro día un libro sobre Simeone y psicología, cuyo título es la famosa frase que resume su filosofía, máxima ya muy manida, pero que encierra una gran dosis de verdad. Horas después, en la charla prepartido, hubo que ponerla en práctica con los jóvenes jugadores, argumentando que el encuentro de la próxima jornada podía ser más o menos difícil, pero que había que centrarse en el envite que se celebraría minutos después. Eso sí, sería de hipócritas pensar que entrenadores, jugadores o periodistas no hacen cuentas. Aunque las victorias valgan igual todos los fines de semana, hay partidos y partidos, según se juegue en casa o como foráneo, rival, etcétera.

Pero bien haría el Almería en tomar prestada más que nunca la expresión marca de la casa del técnico argentino. La situación que se vive en la Vega de Acá es rara. Están los resultados, con ocho puntos de 24 posibles, dos de los últimos quince, más goleados, puestos de descenso... Pero los males no se ciñen sólo a los guarismos, sino que estos se agravan al ser un recién descendido y uno de los presupuestos más altos, unido a la ilusión que desprendió el propio club (manteniendo los precios de los abonos en caso de ascenso)...

El debate ahora es si hay que centrarse en conseguir los 50 puntos o conservar el mismo objetivo que se fijó hace un par de meses. El ascenso no es imposible, ya que los puestos de promoción se atisban a cuatro puntos. Pero no es menos cierto que el nuevo Almería no ha mostrado hasta ahora su supuesto favoritismo en una Segunda que cada vez va a menos. Así que bien haría la UDA en ir partido a partido, solventando los numerosos errores -fragilidad defensiva- a la vez que va sacando puntos. Porque la meta sigue siendo el ascenso. P.D.: ¿Por qué portó Vélez en Montilivi el brazalete estando Dubarbier en el verde?

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