Escuadra de Mago

Nico García

La suerte no existe

LA suerte, buena o mala, es el pretexto de los fracasados", rezan libros de todo tipo. Sin embargo, uno lee y escucha y se queda desconcertado con frases palmeras, caso de que el primer tanto encajado en Tarragona fue fruto de la mala suerte; en lugar de errores que provocan que la UDA entre al encuentro con el resultado ya adverso. Por el contrario, el gol en propia meta de De Groot tampoco tiene que ver con la suerte -si es que esta existe-, sino que el Almería lo estaba buscando y era cuestión de tiempo que el premio llegase.

Decía Carrillo en la previa que se iba a ver sobre el césped el trabajo durante la semana. Y así fue porque por momentos -de los pocos en todo el curso- se vio un cierto patrón de juego. Aunque lo importante en el fútbol profesional son los puntos. Pero, eso sí, estos llegan antes si hay una ruta trazada, algo que parecieron diseñar los unionistas el sábado. Lejos de derrumbarse con el 1-0, la UDA intentó exponer. Lo mejor, el juego de bandas, con laterales ofensivos, caso de Dubarbier y un Iago haciendo de Michel, ambos provocando 2x1 en sus respectivas bandas.

Escribí a finales de agosto un artículo en esta columna titulado 'La velocidad de los puñales', sobre la importancia de los extremos y la incidencia histórica de esta posición en el equipo rojiblanco. Por las bandas es donde debe cimentarse el peligro del Almería, definiendo ahí a qué quiere jugar, básico para sumar de tres en tres. Sólo sabiendo el camino se puede alcanzar el objetivo. Y puliendo errores.

El fatídico empate a uno ante el Numancia fue emulado en el 2-1 de Tarragona, con los rojiblancos mirando a las musarañas tras el lanzamiento de Palanca, mientras Emana y De Groot corren cuales galgos a hacerse dueños del rechace. Definir el patrón de juego y solventar los fallos. Ahí está gran parte de la permanencia.

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