La Escuadra de Mago

Nico García

El talismán del Mediterráneo

EL Mediterráneo no está acostumbrado a ver a su equipo ganar en los últimos años. Y no se trata de cola de león, lo del presupuesto no vale este curso. El fracaso no se debe a que el Almería comparta con la Llagostera el dudoso honor de ser los únicos equipos que no saben lo que es ganar como foráneos. No es el único problema, puesto que, a pesar de haber conseguido seis puntos de los últimos nueve, la UDA no ha hecho un fortín en la Vega de Acá. Cinco victorias en catorce encuentros, 19 puntos de 42 posibles en casa, números maquillados tras los triunfos ante el Zaragoza y el Albacete. Este último es importantísimo, de los más valiosos de la historia reciente del Almería. Aunque los puntos se consigan por méritos acumulados en el verde y no por meigas, me pregunto si los unionistas han vencido ante los maños y manchegos por culpa del pequeño Gustavo. Primo del que suscribe, se está aficionando al fútbol a sus cinco años. No ha sido este año el de su debut en el Mediterráneo, pero el desarrollo de su capacidad cognitiva en los últimos meses ha provocado esa diversión cuando me ha acompañado a ver los duelos ante el Zaragoza y Albacete, que, casualmente, han servido para sumar seis puntos fundamentales en ese camino de no caer en el olvido de la Segunda B. Es un placer ir acompañado de un crío de cinco años al fútbol. Lo mismo tienes que aclararle qué es un saque de esquina o un penalti que un fuera de juego, esa acción que mi madre aún no ha logrado entender a pesar de que cada semana más de una decena de partidos se 'juegan' en la casa. Verle sonreír porque disfruta ver ganar al Almería ganar es una delicia, justo lo contrario de tener que contarle por qué miles de personas piropean a la familia del colegiado o por qué otros la toman con los recogepelotas del Mediterráneo. El próximo paso es explicarle lo del Comunio y la Quiniela.

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