ESTA semana que acaba de finalizar ha sido altamente fructífera para uno de los proyectos de mayor envergadura en los que actualmente está trabajando la Universidad de Almería. Me refiero al Campus de Excelencia Agroalimentario y a la incorporación del IFAPA, el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, a la iniciativa que hemos puesto en común cinco Universidades andaluzas. Cinco instituciones académicas de tamaño medio -las de Córdoba, Jaén, Cádiz y Huelva y la de Almería-, que con un proyecto sólido y muy competente, hemos conseguido situarnos en segundo lugar en la preselección que ha hecho el Ministerio de Educación de los quince mejores proyectos de futuros Campus de Excelencia presentados a nivel nacional.

Para todos nosotros, la incorporación del IFAPA y el apoyo de su presidente, Javier de las Nieves -que como Catedrático de Física Aplicada de la UAL siempre ha sido un hombre de nuestra Universidad- a este proyecto, era muy importante por dos motivos: porque, como señalaba también el otro día el Vicerrector de Investigación, Desarrollo e Innovación de la UAL, José Luis Martínez Vidal, la entrada del IFAPA cumple con dos de las ideas matrices del Campus de Excelencia. Por un lado, supone la agregación de instituciones y entidades que aporten valor añadido al proyecto; por otro, fomenta el sector agroalimentario, que tiene un enorme peso en el PIB andaluz (en torno al 8 por ciento) y es generador de cientos de miles de puestos de trabajo.

El proyecto de Campus de Excelencia Agroalimentario pretende constituirse en un centro de atracción de la comunidad universitaria para el desarrollo de la investigación, la innovación y la generación del conocimiento del sector agroalimentario, y también en un núcleo de referencia internacional en un área económica de indudable alcance social: la producción, distribución y consumo de alimentos saludables y la mejora de los hábitos alimenticios.

Una idea común en la que las cinco Universidades que participamos en igualdad de condiciones creemos con firmeza y que supone, en la práctica, la alianza estratégica de la mitad de las Universidades andaluzas con un elemento unificador, la agroalimentación, que representa uno de los factores clave de nuestra economía y una de las señas de identidad social y cultural de nuestra comunidad autónoma.El proyecto tiene una indudable importancia que no sé si hemos sido todavía capaces de transmitir: convertirnos en un Campus de Excelencia nos dará una dimensión internacional que logrará que las Universidades que participamos en el proyecto seamos reconocidas por nuestra excelencia y trabajo investigador en materia agrícola. Es decir, como hasta ahora, pero mucho más y mejor.