NUESTRO club en nada se parece a las tres entidades que siempre han permanecido en primera, Real Madrid, Barcelona y Athletic, por lo que resulta obvio que tarde o temprano nuestra segunda estancia en la élite, más prolongada y fructífera que la anterior de la AD, tiene fecha de caducidad. Tendremos que estar mentalizados, pero lo más importante es la creación de un club sólido desde sus bases, porque si no se podría repetir la historia de la Agrupación, que adoleció de una estructura seria, ya que detrás del primer equipo apenas hubo planificación alguna. Todo esto viene a colación al presenciar ayer el derbi entre el Almería B y el P. Ejido. Nos podemos sentir orgullosos de contar con un filial que milita en Segunda B y que compite frente a conjuntos tan históricos como el Murcia, Cádiz o el propio P. Ejido. Además, el equipo de Alfonsín apunta a la salvación después de un desastroso comienzo que presagiaba lo peor. A quien no parece importarle en demasía las vicisitudes del club es a Oltra, que anunció a bombo y platillo unas mini vacaciones, como si su pensamiento futuro estuviera alejado de Almería. Prueba de ello fue su timorata rueda de prensa en Gijón. De paso, ayer se perdió la buena actuación de Jesús Rubio, que bien pudiera ayudar a la primera plantilla. Por su parte, los juveniles navegan por los primeros puestos de la División de Honor y el resto de la cantera crece conforme pasan las temporadas. Por lo tanto sería una pena que, precisamente en esta campaña, el primer equipo diera un paso atrás. Nunca es agradable descender pero, ahora que nuestro niño se encuentra en una etapa crucial de su crecimiento, mejor sería abandonar momentáneamente la primera división cuando ya sea todo un hombre.