YA está aquí Fukushima, ya nos hemos olvidado de Haití. Es curioso, las desgracias barren unas a las otras con la escoba del prime time y así nos ayudan a limpiar nuestras conciencias. Hace 25 años Chernobyl dejó de ocupar su minuto en los telediarios pero ahora es su aniversario y lo recordamos porque aquí nos gustan las anécdotas. La anécdota es que casi 6 millones de personas se vieron afectadas, cada una al gusto del consumidor: cientos de miles desarrollaron cáncer, otros cientos de miles deformaciones, un millón diversas discapacidades, medio millón de niños sufren graves problemas de salud, etc. Hoy las vacas de zonas cercanas todavía dan leche con un índice de contaminación radiactiva seis veces superior del permitido aunque ni habían nacido cuando la catástrofe. Es curioso, las desgracias se van de las pantallas pero perduran a lo largo del tiempo y encima no aprendemos.