Lotería del Niño

El segundo premio del sorteo de 'El Niño' llega a Bacares y a Tíjola con diez décimos

  • Dos de los afortunados conocieron la buena noticia mientras desayunaban en el restaurante Las Fuentes. Almería recoge una lluvia de millones por tercer año consecutivo el día de Reyes Cava y roscón para la celebración

 La administración lotería de Tíjola ha vuelto a repartir la suerte con uno de los premios más grandes, esta vez con el sorteo de El Niño que se celebró ayer día de Reyes. Han sido diez los décimos agraciados con el segundo  premio (cada uno dotado con 75.000 euros), y que casi se han vendido íntegramente, excepto tres de ellos, a vecinos y paisanos del municipio de Bacares. Una sola familia ha sido la afortunada, pero en un pueblo tan pequeño la alegría se hizo extensiva a todos los habitantes, que sintieron la dicha como la suya propia.

Y lo mismo ocurrió en Tíjola, donde muchos ciudadanos se echaron a la calle para dirigirse a la administración y celebrar la noticia junto al resto de participantes a los que sonrió la suerte. La alegría estalló en el Hotel Restaurante Las Fuentes de Bacares sobre las 12:30 horas de la mañana, cuando dos de los afortunados se enteraban de la buena nueva mientras disfrutaban de un vino y unas manitas de cerdo especialidad de la casa. Este es el caso de Antonio Sánchez y Estanislao Berruezo, dos clientes fieles (considerados de la familia) que cada domingo o festivo visitan el establecimiento. Estanislado Berruezo había ido, como es habitual, a preguntar por la salud de los dueños; y Antonio Sánchez se encontraba tomando un vino y una tapa de manitas junto a su hermano Pepe. La televisión estaba puesta en el canal del sorteo, pero ni uno ni otro lo seguían.

De leyenda fue el momento en el que Antonio recibió la llamada de su hermano Juan, bacareño afincado en Cataluña, cuando lo llamó para comunicarle que el décimo que habían comprado en Tíjola en el puente de La Inmaculada estaba El afortunado que llevaba un décimo se emociona. premiado. Los nervios apenas le dejaban explicar cuál era la cantidad económica que correspondía a cada uno, pero en ese momento, fuera más grande o más pequeño, las caras de los pocos clientes que había en el restaurante se tornaron mostrando las más absoluta felicidad y alegrándose por la suerte de los afortunados. Los Sánchez, unos en Bacares y otros en Terrassa, vivieron un día memorable. Las celebraciones se hicieron por separado (a casi mil kilómetros de distancia) con cava y roscón de Reyes, como marca la tradición. Pero no tardaron ni un minuto en poner la fecha para reunirse en el pueblo y festejarlo con una fiesta la próxima Semana Santa. Será en el Hotel Restaurante Las Fuentes, como así indicó a Diario de Almería  Juan Sánchez, pues es el lugar habitual de reunión de esta familia con amigos y paisanos, y que sienten como si fuera su propia casa.

Estanislao Berruezo, propietario de la administración y de uno de los décimos agraciados, aseguró estar "muy contento de repetir en nuestro pueblo, ya que en 2007 vendimos el Gordo de Navidad. Mi ilusión sería entregar un premio que bene ficiase a todos los vecinos de Tíjola, pero como no hay dos sin tres, en la próxima, estoy seguro que será de esta manera", aseveró. Isabel Berruezo, que regenta la administración de lotería desde su apertura, y su marido Diego Gea, celebraron con entusiasmo el premio que una vez más han repartido en Navidad. Y es que desde que abrió sus puertas el negocio, en el año 2000, han entregado varios premios entre los que destaca el Gordo de Navidad en el año 2007, correspondiente al número 06381 y que trajo la suerte a varias familias tijoleñas. La historia de la familia Sánchez es bien curiosa. Y es de las que en estas fechas gusta ver en los periódicos y demás medios de comunicación. Juan viajó desde Terrassa hasta su pueblo natal para pasar el puente de diciembre.

Un día, junto a su hermano Antonio, decidió ir al pueblo de al lado para comprar lotería. Cuando llegó a la administración de Tíjola no tenía preferencia por ningún número. Sin embargo, Antonio se fijó en el 69.362. Fue como si el décimo le hubiera guiñado el ojo y un amor a primera vista les hubiera unido en este dulce destino. Compraron siete, uno para cada uno, otros dos para las hijas de Juan, y tres para los compañeros de trabajo que les ha llegado la suerte desde el sur de España aún viviendo en Cataluña. "Me alegro mucho de que me haya tocado la lotería, pero aún más porque le haya tocado a un buen amigo mío, que fue compañero de trabajo, que llevaba casi  seis años en paro e incluso ya se le había acabado la ayuda de los 400 euros", explicó emocionado Juan Sánchez mientas no dejaba de recibir llamadas en su teléfono móvil de familiares y amigos que querían darle la enhorabuena. Y es que la noticia corrió como la pólvora.

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