El próximo 25 de marzo se cumple un año del incendio que arrasó 3.212 hectáreas de pinar y matorral en la Sierra de Gádor. El más grave de toda España en 2014. Una fecha que muchos alhameños ya recuerdan con pena e impotencia ya que vieron cómo desaparecía una parte de su historia pasto de las llamas. El incendio, que se originó en el paraje Cortijo La Gatuna, fulminaba una zona de gran valor ecológico con un pasado reciente. Durante la dictatura, Francisco Franco invirtió más de 800.000 de las antiguas pesetas para llevar a cabo la repoblación de toda la sierra de Alhama de Almería, que comprende el Cerro de la Cruz, El Moralillo, las inmediaciones de La Puente, Gatuna y otros parajes. Los mismos que en apenas 36 horas reducidos a cenizas. En total, se repoblaron 722 hectáreas entre los años 1947 y 1952 con especies autóctonas que habían conformado con el paso de casi siete décadas una gran masa forestal.

Tras cerca de un año de ese fatídico accidente medioambiental, todo sigue igual, o casi. Meses después de producirse el incendio, la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía llevó a cabo unas labores de limpieza en la zona con 14 peones y seis oficiales con motosierras. Durante dos meses y medio se encargaron de adecentar las zonas afectadas. "Es lo único que hicieron porque del resto del plan de restauración que nos informaron, nada de nada", lamenta el alcalde de Alhama de Almería, Cristóbal Rodríguez.

El primer edil de la localidad ironiza con que durante los días del incendio "vinieron muchos coches oficiales y nos dijeron muy buenas palabras, pero pasado el tiempo, y tras un año desde el incendio, nadie más se ha vuelto a poner en contacto con nostotros para poner en marcha la restauración urgente de nuestra sierra", espeta.

No en vano, el regidor señala que si en este tipo de casos no se actúa con celeridad "los pueblos pequeños del interior, que tenemos parte de nuestros ingresos para el desarrollo en el turismo y las casas rurales vamos a terminar desapareciendo".

En septiembre del año pasado, la Junta entoncaba el mea culpa y apuntaba que no había actuado de forma urgente pero que ya estaba trabajando en un plan para regenerar este espacio. Para ello remitió una carta al regidor alhmañero en la que le desgranaba las actuaciones a acometer. Las mismas que Rodríguez apunta que no se han acometido.

Según la epístola, el Gobierno andaluz preveía la eliminación de la masa forestal calcinada en aquellos rodales en los que los árboles aparecían totalmente quemados, con lo que "se incluirá su corta y eliminación dentro del Plan de Restauración". Asimismo, se actuaría para conseguir la corrección hidrológica de cursos de agua con signos de erosión. El plan incluía también la construcción de albarradas de material, que podían ser reforzadas por fustes de madera procedentes de los árboles quemados. Medio Ambiente también preveía actuaciones para la mejora de especies de flora catalogada, consistentes en cerramientos de protección de las poblaciones existentes y de las que se han visto afectadas, para fomentar su regeneración natural. Junto con las actuaciones para la mejora de las condiciones de las poblaciones de fauna silvestre, la Junta observa la posibilidad de reforestar "a medio plazo" con especies de espartal y pino carrasco.