Almería

El Playazo recupera a los bañistas y la playa de Villaricos sigue aún desierta

  • La actividad vuelve a Vera como un soplo de aire fresco tras el veto Preocupación de los hosteleros en Cuevas con la restricción vigente

En el Playazo de Villaricos los propietarios del chiringuito 'Las Brisas' tienen ya colmado el depósito de resignación tras 9 días "y los que nos esperan" con el establecimiento vacío y una reducción de plantilla casi del ciento por cien, "teníamos 11 empleados y nos hemos quedado con 2". A escasos metros, unas vallas con la leyenda 'Prohibido el baño temporalmente' indican a las claras el porqué de la absoluta soledad en la playa. "Esto nos está haciendo mucho daño, y las muchas mentiras que se están dando por las redes sociales. Yo tengo una hija de trece años de edad y se ha estado bañando hasta el miércoles y no tiene ni tos, ni moquillo, ni urticaria, nada, no tiene nada". Algunos turistas ignorantes de la prohibición de baño dan la vuelta con sus vehículos en busca de otras playas.

"Aquí todos los años pasa lo mismo por las mismas fechas", señalan los propietarios de 'Las Brisas', "ha habido dos días con aire fuerte de Poniente, nos ha dado un poco de mucosidad pero sólo nos ha durado dos días. Llevamos aquí 22 años y siempre por las mismas fechas nos pasa a todos lo mismo que ahora". 22 años con lo mismo pero en primavera, excepto este que ha caído en verano. Encima, en fin de semana con la playa a tope. "Yo le puedo decir que el día fuerte de la alergia o lo que fuera estábamos todo el comedor y nosotros con el estornudo dale que te pego". Tercia en la conversación uno de los dos empleados que han tenido la suerte de quedarse en el trabajo, para decir que "esto a mí me ha pasado todos los años, no me encontraba mal era como la alergia que me da en primavera, un picor de nariz y ojos y ya está". Añade el buen hombre que sus compañeros de Terreros le hablan de que hay miedo a ir a las playas de Villaricos.

Los dueños de 'Las Brisas' comentan en broma, eso parece, que van a hacer un Fraga, "nos vamos a meter todos en el agua". La información, o mejor, "es que no tenemos información pero la culpa que le están echando a la fábrica no creemos que sea. Lo que no puede ser es que corten una playa kilómetro y medio y pongan una línea imaginaria para que te digan aquí sí y aquí no. Si la causa está en el mar se va a todos los sitios, ¿por qué llaman de los 'Muertos' a la playa de 'los Muertos', porque usted se ahoga aquí, Dios tenga la misericordia, y a los cuatro o cinco días su cuerpo termina allí. Entonces, si aquí hay algo que está mal, tiene que estar mal en Vera". En una semana han perdido media temporada "y ahora, aunque abran las playas entre unas cosas y otras se te va una semana más". Reciben llamadas de anulación de comidas, tantas como el hotel 'La Esperanza' que no tiene ni una habitación ocupada.

Escasos kilómetros más abajo, en Palomares, la playa de 'Quitapellejos' está desierta como lo está el 'BBM'. El aspecto es desolador. En el acceso a las playas las mismas vallas que en Villaricos: 'Prohibido el baño temporalmente'. Un ciclista lee atentamente el Bando del Ayuntamiento de Cuevas del Almanzora. ¿Cree usted que esto es por las algas? "Quite hombre, esto es algo que está en el aire". Y sigue su camino.

Camino de Vera, entre Pueblo Laguna y Vera Natura, se nota animación en los restaurantes y bares de la zona.

Los propios dueños y camareros de los establecimientos confirman que se nota el levantamiento de la prohibición del baño en la playa. Ya en plena playa nudista la normalidad parece haberse recobrado. En el chiringuito frente a 'El Pirata', la máquina de café no para. En la orilla de un mar algo levantado, ondea la bandera amarilla, un grupo llegado de la localidad de Jumilla asegura haberse estado bañando todos los días "y aquí nos tiene, nuevos". "Nos dimos cuenta de que la Policía Local pasaba todos los días por aquí sin mascarilla y que los pescadores pescaban. Así que al agua". Una pareja de Madrid tumbada al sol viene a decir más o menos lo mismo. Lo mismo explica un paseante madrileño mientras se acerca a Punto Natura.

Unos centenares de metros más hacia la playa textil, el esparcimiento es total. Juegos, conversaciones y chapuzones en el agua. Una señora con una niña en cada mano asegura con acento sevillano que no han tenido ningún problema, "ni nosotros ni nadie que hayamos escuchado en el hotel".

El dueño de un quiosco de souvenirs responde con una pregunta a la pregunta de si ha notado algún perjuicio en su negocio con esto de las algas. "¿A usted qué le parece?" He preguntado primero. "Pues claro que me ha perjudicado y mucho, no es posible que nos hayan tenido tanto tiempo sin informar de lo que pasa y pasa lo que pasa". ¿Se cree usted lo de las algas? El hombre encoge los hombros.

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