Almería

La torre de la Atalaya, su entorno y acceso ofrecen una nueva imagen

  • El proyecto de consolidación y restauración ha entrado en su fase final ya que resta colocar la iluminación, paneles informativos y ornamentación La obra permite perpetuar una joya artística

Desde el siglo XIII la Atalaya de Níjar, una torre vigía realizada en mampostería y de planta cilíndrica, defiende la villa de Níjar. Ahora este edificio ha recuperado su antigua imagen y se ha vuelto a convertir en una joya del patrimonio artístico local del que no solo disfrutarán los vecinos sino los muchos turistas que acuden a este pueblo. La reforma que comenzó este verano ya ha entrado en su fase final.

El proyecto de rehabilitación integral de la torre, su entorno y del acceso que parte desde la calle San Antón está casi concluido a falta de unos remates finales. Éstos consistirán en la instalación de iluminación en el camino de acceso y en la plataforma superior, en la colocación de señales informativas. Asimismo, se llevarán a cabo de decoración ornamental, según han concretado desde el Ayuntamiento de Níjar.

Un conjunto de pequeñas obras que desde el Consistorio tienen previsto estén acabadas en unas semanas y que vendrán a engrandecer una obra con la que se ha perseguido perpetuar este emblema de la villa nijareña que presentaba un deteriorado estado de conservación.

La actuación desarrollada ha incluido trabajos de mamposteria para la consolidación de la estructura de la torre y evitar grietas. Para toda la obra se han empleado materiales y técnicas tradicionales para mantener la estética de la primitiva torre.

Además, se ha acometido un acceso al interior de la torre defensiva a través de una escalera metálica y se han añadido algunos elementos a la edificación, como un cristal en un hueco de la fachada sur y una puerta en el hueco situado en la fachada norte.

También se ha trabajado en el entorno de la fortaleza mediante la colocación de un nuevo adoquinado, además de ejecutar el acondicionamiento del camino del camino que lleva a la torre desde la calle San Antón. Tareas que han consistido en la limpieza del acceso, el arreglo de la escalinata mediante nuevo adoquinado y en la colocación de una barandilla de madera, además de crear varias áreas de descanso a lo largo del camino, que terminan en una plataforma a los pies de la torre.

El proyecto de consolidación y restauración de la Atalaya de la Villa de Níjar ha contado con un presupuesto que ronda los 200.000 euros. La partida que el Ayuntamiento ha invertido para la ejecución de esta obra se ha financiado mediante los fondos europeos Feder, a través del Grupo de Desarrollo Rural del Levante Almeriense, en el ámbito de la convocatoria de subvenciones para actuaciones en el patrimonio histórico cultural.

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