Almería

Sinopsis de la vida a través de tres vidrieras

  • La iglesia se ha convertido en un templo único al llevar el concepto de la concepción a sus ventanales

"La iglesia de Turre se está convirtiendo en un templo católico único en el mundo por unas vidrieras que han llevado el concepto de la concepción de la Virgen a un terreno hasta ahora poco explícito en el mundo de la liturgia". Así se resumen los comentarios de la prensa internacional, desde que a finales del pasado año 2014 la fachada principal de la parroquia de Turre, templo bajo la advocación de la Purísima Concepción, acogiera una vidriera de singular belleza con la representación del útero de la Virgen María y Jesús en estado embrionario. Diseñada y realizada con absoluto respeto al concepto que representa por Blas Carrillo, médico ginecólogo con 36 años de ejercicio profesional en el hospital Torrecárdenas de Almería, criado en Turre, cristiano, católico y creyente, amén de apasionado del arte, la obra artística que ahora resplandece en la parroquia turrera ha sido completada con otras dos vidrieras también diseñadas por Blas Carrillo.

Conducidos por el autor de tan única creación, se descubre el alcance de la vidriera del Rosetón Este. Es una recreación artística de Ovulo, Ovocito con su núcleo, sus dos cuerpos polares, zona pelúcida y corona radiata o radiante. "Es la representación de la célula germinativa femenina, en su visión microscópica". El soporte está realizado en acero corten y forma en sí mismo, la corona radiante, una magnífica escultura. El color de la vidriera recoge la gama tonal magenta (rojo púrpura, carmín de garanza oscuro, violeta, laca geranio rojo) desarrollando en el perímetro cálidos amarillos plata y limón junto con azules de cobalto y ultramarino.

"El descubrimiento y desarrollo de la tecnología óptica y microscopios electrónicos de barrido", explica el doctor Carrillo, "nos ha dado una visión completa de la creación de la vida, de la formación de un nuevo ser. Expresado en ciencia pura, y en mi caso lo he querido trasmitir en su recreación artística en estos vitrales o vidrieras". Está colocada en la cara Este de la iglesia porque es ahí por donde sale el sol. Los pintores del renacimiento, reflejaban con un rayo de sol, de luz, el misterio de la encarnación, la anunciación, y por ende la fecundación de María por el Espíritu Santo. Así pues, su ubicación no es debida al azar, porque tal y como señala el autor, "al estar puesta la vidriera en la cara Este de la iglesia, ese óvulo maduro será fecundado por el primer rayo de sol". "La luz que penetra en un cristal es una imagen tradicional del nacimiento de Cristo y para Ángelus Silesius 'María es un cristal, su Hijo, la luz celeste; así la atraviesa Él sin romperla empero en absoluto'", expresa Blas Carrillo.

En la fachada opuesta, en el Rosetón Oeste se observa en la vidriera un corte anatómico de útero gestante a término de 40 semanas (feto de nueve meses de gestación), según el ginecólogo, con una visión interna de esa matriz con feto que artísticamente se le ha colocado en posición transversa por darle una recreación artística de feto 'acunado'. "Se observan las paredes uterinas por su cara interior, así como líquido amniótico, placenta y cordón umbilical. Al fondo de la misma se ve una luz que representa un cuello dilatado para salir al canal del parto y el nacimiento a la vida. La luz del mundo". Blas Carrillo entrelaza con entusiasmo los términos científicos con los artísticos, facilita la comprensión de lo que la ciencia lleva al arte y viceversa. "He querido mostrar lo que biólogos y médicos llevamos toda una vida en el intento de conocer la reproducción humana y el nacimiento a la vida. Yo como Ginecólogo y Tocólogo es a lo que me he dedicado toda mi vida; como Obstetra a traer vida al mundo y así lo he querido plasmar en un templo católico. No hay nada que se parezca menos a la vida que la muerte, según la escuela de Fulcanelli, seudónimo de un autor de alquimia del siglo XX".

El Rosetón Oeste con el sol poniente manifiesta que nacemos para morir, aunque para los cristianos la muerte significa vida, se muere para la resurrección. "Así, he plasmado en vidrieras la Fecundación, Gestación y Parto", comenta Blas Carrillo, "de tal suerte que cualquier mujer que entre en este templo se verá representada en el mismo ya sea agnóstica, atea, budista o de cualquier otra creencia". En palabras de Blas Carrillo, las vidrieras son un homenaje a la mujer, sin mujer no hay vida, y donde toda mujer se verá identificada con María, independientemente de estar en un templo católico y representar la gestación de María, el nacimiento de Cristo.

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