El Observatorio Ciudadano Municipal de Vera ha expresado su disconformidad con la nueva Ordenanza de Convivencia Ciudadana que el Ayuntamiento veratense quiere aprobar.

En la mesa de debate o estudio organizada el pasado viernes en una sala privada del Ayuntamiento -a puerta cerrada, sin acceso a los medios de comunicación- la asociación ciudadana quiso dejar constancia de su rechazo a esta norma, ya que consideran que "no responde a ninguna necesidad constatada".

El Observatorio Ciudadano ha querido también hacerse eco de lo expresado por uno de los vecinos que acudió a la renunión a título personal, indicando que "detrás de la aprobación del documento no hay ningún estudio previo". Además, añaden que entienden que el primer paso en materia de convivencia "debe ser el fomento de la misma, no el establecimiento de sanciones que carecen de una tipificación concreta".

Por otra parte, la organización ha expresado al equipo de Gobierno sus dudas sobre la legalidad de algunos de los artículos del texto cuyo borrador fue aprobado en pleno el 25 de noviembre de 2015. "Como le hemos comunicado a la corporación local en repetidas ocasiones, muchos de los artículos han sido declarados nulos total o parcialmente en los tribunales", añaden.

Cabe recordar que a la mesa de debate fueron citados todos aquellos vecinos y asociaciones que presentaron alegaciones al borrador de la norma que fue aprobado. Entre los asistentes estuvieron algunos concejales del Gobierno municipal y dos de la oposición (PP). Estos últimos se han manifestado a favor del texto, alegando que "desde nuestro grupo municipal vamos a apoyar la creación y puesta en funcionamiento de una ordenanza importante para regular la convivencia entre todos nosotros realizada bajo el diálogo y la aportación de ideas de todos los vecinos".

El Observatorio Ciudadano concluye su reprobación a la nueva normativa instando a la Junta de Gobierno Local y al equipo jurídico del Ayuntamiento a que realicen "un análisis eficiente del documento que supondría, por ejemplo, que todos los comercios de la localidad sean obligados, bajo amenaza de sanción, a limpiar sus aceras o que cualquier asociación local, de cualquier tipo, no pueda repartir octavillas y carteles por las calles".