En el Hospital de Poniente lleva algo más de un año funcionando una consulta de ostomía (cuyo día mundial se celebra el próximo sábado 1 de octubre). En este tiempo, la estomoterapeuta Monste Cabrera se ha convertido en la profesional de referencia para alrededor de un centenar de pacientes que, después de pasar por una dura intervención quirúrgica (en la mayoría de los casos por un cáncer colorrectal), se han visto obligados a llevar de por vida una bolsa pegada al abdomen en la que se recogen sus heces u orina.

Este procedimiento, extendido durante décadas tras determinadas intervenciones, sigue siendo en muchos casos un tabú para el paciente y su entorno más cercano. Por ello, Montse señala que además de su labor de educación en salud, donde ofrece pautas para el cuidado, limpieza y sustitución del dispositivo, en la consulta también trata de atender esas otras cuestiones relacionadas con el afrontamiento psicológico ante esta nueva situación.

Montse Cabrera explicó que la necesidad de crear esta consulta surgió "ante la ausencia de una persona especializada que atendiese a estos pacientes de forma periódica tras sus intervenciones quirúrgicas" . Los ostomizados se sentían llenos de dudas al llegar a casa y terminaban saturando urgencias por cuestiones menores que, a veces, les llevaban incluso a ingresos cuando se podría haber suelto en una consulta hasta entonces inexistente.

"Tras intervenirse, sentían un miedo atroz a volver a casa" pero con la consulta y esa captación precoz que hacen de los pacientes, incluso antes de ser intervenidos, en el Hospital de Poniente han notado que, al alta, marchan más tranquilos al saber que contarán con ese apoyo de Monste. Esta enfermera, en cualquier caso, insiste en que cuenta con el apoyo directo de Paqui Guil, gestora de cuidados de Cirugía, además de "un gran equipo de profesionales, donde el apoyo de los cirujanos han sido clave".

Sobre esta asunto, Paqui Guil remarcó que "con el ánimo de no hacer dobles visitas, se estableció el horario de las consultas de ostomía haciéndolas coincidir con las visitas al cirujano" para que el paciente, si lo necesita, pueda resolver problemas de estos dos ámbitos en una misma visita. Desde mayo de 2015 que arrancó la consulta hasta ahora todo han sido buenos resultados. Ahora, según explicó Paqui Guil, están precisamente en esa etapa de valoración de resultados. Por ello, están repitiendo unas entrevistas, con más de 30 cuestiones, que hicieron a los pacientes nada más ser intervenidos con el objetivo de valorar cuestiones sobre cómo ha cambiado la percepción de estos pacientes sobre su nueva situación.

La siguiente fase, aún sin fecha en el calendario, será intentar dar forma a una escuela de pacientes donde aquellos ostomizados que han aprendido a vivir con su bolsa en el abdomen con plena libertad, ofrezcan a otros pacientes recién intervenidos algunas pautas para que sobrellevar la situación que, en más del 90% de los casos es completamente irreversible.

Así, Monste Cabrera confía en que estos pacientes aprendan a romper tabúes de aspectos tan cotidianos como la sexualidad, el salir con los amigos, practicar deporte o acudir a la playa o piscina en verano.