Almería

Alta cocina inspirada en las recetas de los antiguos conventos

  • Restaurante Juan Moreno celebra la novena edición de sus jornadas gastronómicas de la Orden de los Padres Mínimos El menú está disponible hasta el próximo sábado

Los frailes de la Orden de los Mínimos se consideraban a sí mismos "los más pequeños de los religiosos". Su vocación de humildad les hizo recibir el nombre de Mínimos. Por lo tanto, es fácil adivinar que su gastronomía se basaba en productos humildes, procedentes de su huerto, las fincas que les dejaban en herencia y los productos que traían los pescadores del cercano mar. Y es que, además, los Padres Mínimos tenían voto de Cuaresma perpetua, al morir su fundador un Jueves Santo, por lo que no comían carne.

Esta Orden llegó a Vera hace más de cuatro siglos, y aunque hace muchos años que dejaron el municipio, su legado fue enorme. Por ello, el prestigioso cocinero Juan Moreno desde hace una década, viene celebrando las Jornadas de la Cocina Mínima a la Mediterránea. Todo un homenaje a las recetas que salían de las cocinas del humilde convento, actualizadas al siglo XXI.

Desde el pasado día 17 y hasta el sábado 29 de octubre, restaurante Juan Moreno ofrece a sus comensales un generoso menú compuesto por entrantes, cóctel, cinco platos, dos postres y café. Una auténtica orgía gastronómica que bien merece una visita a uno de los templos culinarios del Levante almeriense.

"Con estas jornadas queremos rendir homenaje a los Padres Mínimos y adaptar una cocina humilde a los nuevos tiempos para ponerla en valor. Si los productos se tratan con cariño, se consiguen grandes platos", afirma el cocinero, recientemente galardonado con el premio 'Bib Gourmand 2016' de la guía Michelín.

Entre los platos destacan la ensalada de verduras de la huerta aliñadas, con brócoli, pimiento, coliflor o tomate; el canelón vegetal de calabacín con rodajas de pulpo; morrillo de atún con fritá de calabaza; o un suculento empedrao de verduras y bacalao.

Como no puede ser de otra forma en la mezcla de innovación y tradición que caracteriza la cocina de Juan Moreno, el menú tiene bocados sorprendentes, como el bocadillo de pan moreno y lomo de bogavante. También son exquisitos los diferentes entrantes: cono de crema de hortalizas con melva curada, croqueta de chipirón, crujientes de remolacha y boniato y crocanti de gamba con alioli de pipirrrana.

Los postres (en plural) son una delicia. Cuando parece imposible poder comer más, el comensal siempre encuentra hueco para estos dulces manjares. El menú de estas jornadas incluye unas torrijas de cabello de ángel y naranja en texturas y una semi esfera de cacao con espuma de avellana y helado de turrón.

Si la visita a Juan Moreno siempre es recomendable, en estos días, si cabe, se hace imprescindible. Este menú, más que de monjes, es digno de dioses.

Tags

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios