Almería

Decadencia de un símbolo turístico

  • La presidenta de la Asociación de Comerciantes se ha mostrado partidaria de la creación de una marca para intentar "cambiar poco a poco el tipo de turismo que llega a este municipio"

La Oficina de Turismo del Ayuntamiento de Mojácar daba a conocer hace escasas fechas la estadística correspondiente a los pasados meses de junio y julio en la que se muestra el número de consultas atendidas durante este periodo, tanto física como telefónicamente, además de los correos electrónicos recibidos en el mismo sentido. La cifra sobrepasa las nueve mil consultas. Algunas menos, y sin embargo con suficiente peso, son las quejas que vecinos, residentes, turistas y visitantes ocasionales están haciendo llegar a distintos representantes sociales, desde políticos a empresarios, alarmados por el nuevo modelo de diversión impuesto por la creciente afluencia de jóvenes que han convertido a Mojácar en el epicentro del 'botellón', en la meca de la 'movida nocturna', en una atmósfera de juerga descontrolada comparable a la Ibiza del avión-discoteca-avión.

De hecho, los Ayuntamientos de Vera y Cuevas del Almanzora, junto con la inmobiliaria Keymare, han dispuesto el búho bus, una línea de autobuses para trasladarse hasta Mojácar "donde está la diversión" y cuyo último viaje es a las cuatro de la madrugada. Se trata de desplazar el bullicio, el tumulto, de ambos municipios y sus urbanizaciones para depositarlo en Mojácar. La concejala de Seguridad del Ayuntamiento mojaquero, María Luisa Pérez, asegura a Diario de Almería que "no podemos evitarlo, la compañía de transportes ha conseguido autorización de la Junta de Andalucía para prolongar su horario". No obstante, Gabriel Flores, concejal del PDM en el Consistorio de Mojácar, matiza que "es cuestión de ver las licencias de los establecimientos dedicados a este tipo de actividad, hacer respetar los horarios, porque no es de recibo que haya chiringuitos convertidos en discotecas las veinticuatro horas". Coincide en el mismo sentido Manuel Zamora, secretario general del PSOE de Mojácar, para quien "la imagen que se está dando con esto es pésima. Mi opinión es que hay que eliminar estos focos de botellón, tanto en la playa como en el casco urbano. Si esto sigue así se espantará al turismo normal y hay que intentar combatir este tema porque la cantidad de residuos que dejan, el mobiliario urbano que destrozan, no compensa este tipo de turismo". En el discurso pronunciado en el recién celebrado Comité Provincial del PSOE en Mojácar, Zamora ya advertía de que se está apostando por un modelo turístico que no es el que Mojácar necesita.

A pesar de los esfuerzos que se están llevando a cabo, según afirma María Luisa Pérez, concejala de Seguridad del Ayuntamiento de Mojácar, es frecuente encontrarse a cualquier hora del día a jóvenes descargando la vejiga en cualquier lugar o 'toreando' con toallas a los vehículos que circulan por la única carretera de la playa de Mojácar. En opinión de Manuel Zamora "un chiringuito no puede ejercer de discoteca desde primeras horas de la tarde. En fin, un desastre. Es un turismo que duerme en la playa, que compra colchonetas para dormir. Como mucho, lo que este tipo de turista deja son los euros que paga a la entrada del chiringuito o de la disco, y cuando sale ya pasado totalmente te rompe una papelera o se carga el cristal de una marquesina". El Ayuntamiento de Mojácar con el dinero del contribuyente ha de hacerse cargo de los gastos, con el resultado de que el beneficio no se ve por ninguna parte.

Gabriel Flores, concejal por el Partido Democrático de Mojácar en la Corporación mojaquera, pone en evidencia la falta de control del equipo de Gobierno municipal al "no hacer cumplir el horario a los chiringuitos de manera que muchos de ellos se han convertido prácticamente en discotecas que funcionan hasta altas horas de la madrugada, a lo que se une la medida tomada por varios municipios de los alrededores que es el famoso búho bus. Está provocando que multitud de jóvenes de nuestra comarca se trasladen a nuestra costa con lo que eso supone de molestia e incomodidad para todas las personas que vienen a descansar a nuestra comarca. Hay que tomar medidas, y eso le corresponde a los que ahora gobiernan, para evitar que continúe esta situación y que la mayor parte de la gente que viene a pasar unas vacaciones tranquilas se encuentren con los 'botellones'". El equipo de Gobierno municipal de Mojácar, cuya alcaldesa Rosa María Cano prohibió el 'botellón' en el año 2008, admite, según fuentes municipales "que nos encontramos sobrepasados con este fenómeno social, es muy difícil ponerle freno porque la gente no tiene dinero, las copas están caras, y los jóvenes toman la calle, las playas. No paramos de trabajar aunque no se vea un resultado tan bueno como el que se obtuvo el año pasado. Por otra parte, es complicado compaginar el turismo residencial con el turismo joven".

Hay quien justifica esta degradación turística de Mojácar en que la temporada es corta y hay que sacarle partido como sea. No parece que sea esta la opinión compartida por la Asociación de Comerciantes y Empresarios de Mojácar, para quienes, en palabras de su presidenta Karin Schröter "hemos llegado a este punto por dejadez de los políticos al no organizar un plan turístico para Mojácar".

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