El cielo de Laujar es azul. Tras el verano, octubre muestra una parte de la naturaleza que sigue sorprendiendo. Bajo sombra de nubes, despejado, desperezan despacio las minas de La Gabiarra. Historia, tradición y misterio natural que ahora dejan entrever con claridad un pasado dormido en la Sierra Nevada almeriense.

El camino abre en medio de dos márgenes naturales y concurre hacia esta edificación, situada entre los términos municipales de Paterna del Río y Laujar de Andarax. Cuando estaban en funcionamiento, constituían una explotación de hierro a cielo abierto, de donde se extraía también goethia, limonita y oligisto micáceo. Fue una importante fuente de ingresos para los habitantes de la zona entre los años 1957 y 1972. Posteriormente, cuando en 1999 se declaró el Parque Natural, la explotación minera era incompatible con los fines específicos de estos espacios. La historia remueve emociones entre los residentes. Por eso, están contentos de contar, además, con un sendero circular para quienes disfruten con una ruta senderista.

Ayer era el día elegido. La sede de Subdelegación del Gobierno acogía la presentación de resultados. Fue la Directora del Organismo Autónomo Parques Nacionales, Olga Baniandrés, la encargada de dar a conocer las obras de restauración del complejo minero. No ha sido sólo un trabajo puntual. Quienes lo elaboraron quisieron llegar más allá aún. La reconstrucción del paisaje, para reconvertirlo en una zona, respetando su concepción natural, por la que pasear, ha derivado también en la recuperación de los ecosistemas naturales deteriorados por los años pasados en esta zona, al oriente de Sierra Nevada. Dos provincias, Granada y Almería, que comparten un mismo espacio. "Cientos de familias han trabajado aquí, por lo que hemos dado un apoyo esencial al Parque Natural", resalta Baniandrés. Recuperar la memoria, recordando lo que fue en su día, ha dado pie a la intención de puesta en marcha del mecanismo de turismo sostenible. Para la restauración se han empleado 1.4744.676 euros, se ha procedido a la realización de una red de drenaje. Los trabajos han sido llevados a cabo por el Organismo Autónomo de Parques Nacionales con cargo al Fondo Especial del Estado para el Estímulo de la Economía y Empleo (Plan E). La red anteriormente mencionada sirve para conducir el agua fuera de la zona restaurada, potenciando de este modo la existencia de una cubierta vegetal que evita la erosión. Se ha restaurado la topografía del relieve y se ha asegurado la estabilidad de las pendientes, dándoles un menor grado de inclinación.

Debido al interés que ha despertado tanto a nivel histórico, como científico, histórico y antropológico, se ha diseñado un sendero autoguiado, que cuenta con paneles de interpretación para que los turistas y deportistas sean conscientes de las cosas que están viendo. Porque en esta zona es importante recordar que cada paso levanta polvo pero también remueve historias. Buena parte de las mismas se desarrollan por toda la geología de Sierra Nevada. En los mismos, también queda constancia de la importancia de los trabajos mineros. Siguiendo el sendero marcado pueden verse muestras de rocas y minerales, con una amplia panorámica que abarca desde el nivel del mar hasta el pico del Mulhacén.

"El abandono de la actividad minera supuso el deterioro de actividades y maquinaria, por lo que en la primera fase lo que se hizo fue un desmontado, demolición y retirada de infraestructura", asegura Baniandrés. No sólo se verán beneficiados los vecinos de la zona, sino que esta actuación trae consigo una fuerte apuesta por el turismo ya que está enclavado en una situación privilegiada, dentro del entorno del Parque Natural. Todo esto está avalado por la creación de un sendero circular, que no tiene fin ni principio, que es envolvente, y que sirve a los que lo deseen para hacer deporte, descubriendo los recodos de este paraje. La intención viene de antaño, pero hasta el momento no había sido real. Hace algún tiempo ya se habló de una ampliación. La UNESCO busca potenciar y mantener una zona con fuerte historia natural.

Por esto nació una iniciativa, con el objeto de mejorar. Fue en abril de 2007 cuando la empresa TRAGSA recibió la orden de desarrollar este trabajo. Las actuaciones contaron con un presupuesto de ejecución de 282.424,30 euros y un plazo de ejecución previsto de 6 meses para el término de las mismas.