Será que hace frío o que en el silencio sobrecogedor de un Patio de Luces lleno, ha pasado el alma de un ángel. La hija del médico de los deportistas, José Manuel Gómez Angulo, está apoyada en el atril con las dos manos. Le tiembla la voz y el pulso. Por eso se ciñe al papel. Emoción. La medalla de Oro de la provincia tenía que haberle sido entregada en el año 2009, pero por problemas de salud no pudo recogerla. No obstante, llamó a Juan Carlos Usero, presidente del ente supramunicipal, "y hasta que no le cogió el móvil, no paró". Recuerda algunas de las cosas que hizo su padre.

La otra distinción, la de oro de 2010 fue a parar lejos. A Vélez Rubio, o de Vélez Rubio al cielo, o al cielo de la capital. El caso es que fue para el recientemente desaparecido José Luis Cruz Amario, maestro de niños y alcalde, diputado. El que siempre contestaba las llamadas, el que no conocía días de fiesta, porque "su talante y entrega no entendía de jornadas", afirman los que le conocían. Aunque quien mejor pudo recordar, devolviéndole al mundo por unos momentos en alas de la nostalgia, fue su viuda, Luisa Martínez. Tiene en las manos, que a veces tiemblan y otras pelean por mantener una tranquilidad inexistente, un papel escrito por su marido. "Nuestra vida es como el chocolate y la cerveza, un poco amargo, tenemos que endulzarlo". Mira las butacas. "Amándonos como lo hacemos. A los que nos odian los vamos a querer, El odio duele en el corazón y no quiero sentir odio de ninguna clase. La vida es algo que me tiene enganchado". Silencio. Respiración entrecortada. Nadie dice nada. Tampoco hace falta. Todos en pie. Una ovación despide a la esposa del alcalde, que desciende con un intento de sonrisa empañada por la tristeza.

Ayer, en la sede del ente supramunicipal situada en Navarro Rodrigo, era fiesta. Celebraba una de las fechas más concurridas. El Día de la Provincia. Durante el transcurso de la misma se entregaron las medallas. La primera, de la Cultura, a la Asociación Amigos de la Alcazaba, que recibe la presidenta de la misma Teresa Pérez. "Esto es un honor, defendemos la riqueza patrimonial de esta tierra que es la de todos los ciudadanos, se trata de una seña de identidad como pueblo". Empezaron siendo 11 personas y ahora ya contabilizan en torno a 450.

La medalla del Deporte fue para las Escuelas Deportivas Municipales de El Ejido. Fue el concejal del área, Bernardo Jiménez, quien al recogerla, dio las gracias a los alumnos y a los usuarios de las mismas. "Llevamos varias décadas y este es nuestro reconocimiento al desarrollo de dos funciones, la social y la educativa. Actualmente cuenta con 26 modalidades para 4.000 inscritos.

Dentro del ámbito social, el reconocimiento fue para la Brigada de La Legión Alfonso XIII, con sede en Viator. El general jefe de la Brigada agradeció la mención e hizo referencia a algunos puntos del Credo Legionario. "Las palabras que os acabo de dirigir son en nombre de todos los miembros de la Brileg, a los que represento".

El máximo representante de la institución, Juan Carlos Usero, no puede evitar emocionarse antes de comenzar su discurso, al recordar la figura de Cruz Amario y López Angulo. "Unos buenos amigos", dice.

"No hay duda de que este ha sido un acto muy emotivo", asegura. "Quiero agradecer a los alcaldes de la provincia su presencia en esta sala, y quiero felicitarles porque son fundamentales para una sociedad más justa y que funcione en base a un ordenamiento democrático según un trabajo serio y responsable". Luego se despide, uno a uno, de los presentes.