Almería

"Le haría una faena de castigo a Zapatero y daría un puyazo a Rajoy"

  • El veterano y prestigioso periodista recibirá el primer Premio Taurino de Roquetas de Mar el próximo viernes · La Peña Taurina entregará en el acto los premios 'Invernadero' y 'Flautista' a El Juli y Zalduendo

Polémico, crítico y criticado, astuto, inteligente y cultivado... Luis María Anson, uno de los periodistas más veteranos e influyentes de nuestro país, no deja a nadie indiferente. El Ayuntamiento de Roquetas de Mar le ha entregado el primer galardón Taurino que recogerá el próximo viernes. Diario de Almería ha tenido la oportunidad de entrevistarle en una conversación en la que habla a porta gayola de toros, política, periodismo y mucho más.

-Usted va a ser el primero en recoger el Premio taurino de Roquetas de Mar. ¿Sabe a Canela fina?

-Me sabe extraordinariamente bien y me siento honradísimo al ganar un premio de la significación que supone el mundo de los toros. Así, me sabe más que a canela fina.

-Todo el mundo conoce su defensa de la monarquía que le obligó a un año de exilio. En sus años viendo toros, ¿quién es, o ha sido, el rey del toreo?

-Yo creo que hay muchos reyes del toreo dependiendo de las distintas épocas y también de los gustos y de las circunstancias. No se puede afirmar así quien es el rey absoluto del toreo. Seguramente el aficionado más experto pues te hablará de Joselito que probablemente ocupo una época y tuvo una muerte trágica y terrible y tal vez sea la máxima figura del toreo. Yo he visto torear a Domingo Ortega, a Manolete, a Luis Miguel Dominguín, a Pepe Luis Vázquez, a Antonio Bienvenida, a Antonio Ordóñez, a El Viti… en fin, toreros de máximo relieve. Hoy mismo tenemos a un torero como José Tomás, como El Juli o Enrique Ponce que son toreros realmente extraordinarios. Por eso a mí me parece que no se puede distinguir cual es el rey. En cada época y en cada circunstancia ha habido uno o dos toreros que han sido especialmente destacados. Además ha habido una torero que ha sido la más destacada del siglo XX que es Cristina Sánchez.

-¿Y para su gusto personal?

-Depende un poco con el estado de ánimo con que se vaya a la plaza. A mi, por ejemplo, en estos momentos me gusta extraordinariamente El Juli por la calidad que tiene, por el oficio, por el dominio de los toros, por el poderío me parece que es extraordinario. Lo estoy viendo torear desde los nueve años y ya entonces me producía asombro. Y no cabe duda que el torero que llena las plazas y el que suscita el debate y la polémica es José Tomás. Sería absurdo negar que esa es una circunstancia que hay que aceptar como una cuestión de hecho.

-¿Los toros son de derechas o de izquierdas?

-Los toros son del pueblo. Y el pueblo lo que tiene son sentimientos profundos de una fiesta que está enraizada en su misma entraña. Por lo tanto no son ni de derechas, ni de izquierdas, ni de centro. Eso son calificaciones políticas. Hay gente de derechas, izquierdas o de centro que le gustan los toros y gente que la rechaza.

-La prohibición en Cataluña, ¿es un sartenazo a la Fiesta?

-Ha sido una maniobra política absolutamente indecente por parte de, no de gente que está contra los toros y eso hay que aceptarlo y es una cosa que ocurre en todas las regiones españolas, sino ha sido una maniobra para negar la identidad española de Cataluña.

-¿Los toros son cultura?

-Para mí son sustancialmente cultura. Los toros son la fiesta del arte y el valor. Lo primero del arte y están profundamente enraizados en la cultura. No se entienden los últimos dos siglos de la vida artística y cultural española sin lo que han significado los toros en la ópera, en la novela, en el teatro, en el cine, tal vez sobretodo en la poesía y, por supuesto, en la pintura y en la escultura. Desde la tauromaquia de Goya hasta la de Picasso o Barceló pasando por los poemas de Federico García Lorca o terminando en la ópera Carmen o en la Gallarda de Rafael Alberti, los toros forman parte de lo más sobresaliente de la cultura española y de la americana en los últimos dos siglos.

-¿Qué les diría a los que dicen que es tortura?

-Les diría que se ocupen de la pesca deportiva, en especial de la pesca del lucio, y cuando se hayan manifestado en contra de la pesca deportiva y de la del lucio, cosa que yo no haría nunca porque me parece completamente razonable la pesca deportiva, pero cuando se hayan manifestado, entonces, que empiecen a hablar de los toros y de la tortura.

-¿Sería nuestro país el mismo sin haber tenido la fiesta de los toros?

-Ortega y Gasset decía que no, que forma parte de la idiosincrasia nacional y que era imposible entender el concepto profundo de España sin entender lo que significa la fiesta de los toros. Y Ortega y Gasset es la primera inteligencia del siglo XX español.

-Hablemos de periodismo ¿En la crítica taurina debe haber más literatura?

-A mí me parece que se está haciendo una excelente crítica taurina en España y se ha hecho a lo largo de todo el siglo XX y, efectivamente, a diferencia de otro tipo de crítica, en la taurina intervienen una serie de elementos literarios que es una acentuación de las expresión de la belleza por medio de la palabra y de lo literario en el mundo periodístico. Y en este caso en el mundo crítico. No me atrevería yo , no ya a juzgar, sino mucho menos a criticar a los compañeros que hacen la crítica taurina. Yo leo a muchos críticos taurinos y en líneas generales me parece espléndida.

-¿El periodismo tiene algo de onanismo?

-El periodista es el profesional que administra el derecho a la información que tienen los ciudadanos y el periodista serio no puede estar más que al servicio de esos ciudadanos procurando informarle lo mejor posible.

-¿La crítica taurina debe ser jarra-pellejos, como diría Umbral, para hacer cavilar al que se lo gana toreando en público o debe ser toda bondad con el que se juega la vida en pleno siglo XXI?

-A mí me parece que el aficionado serio no es el que critica por criticar, y el que hace daño por hacer daño, y con poco es complaciente y es todo bondad. Efectivamente el torero se juega la vida y eso hay que respetarlo profundamente. Pero esa es su profesión y la gente que va a los toros que ha pagado su entrada tiene derecho a exigir entrega por parte del torero y que sea capaz de enfrentarse a las dificultades que le ofrece el toro. De manera que yo adaptaría una posición un poco ecléctica: ni crítica despellejada ni tampoco benevolencia completa. A la plaza se va a exigir al torero que lo haga bien.

-¿Por qué cuesta tanto hoy en día que los directores den páginas y espacio a los toros?

-A mí se me escapa. Yo los sitios donde he estado ha procurado dar espacio preferente a los toros lo mismo en prensa, en radio, en televisión, que en el periódico digital o en la agencia de noticias. Los toros son extraordinariamente sugerentes para una parte sustancial de la opinión pública española. No hay más que ver la mayor parte de las ferias de España que las plazas están a rebosar. No se trata de un espectáculo que no interese. Interesa y mucho. Y el periodista serio debe reflejar en sus páginas ese interés que la fiesta tiene en la opinión pública.

-Antes se decía que había "sobrecogedores". Hoy se habla de "censura económica". ¿Es asunto inevitable?

-No. A mí me parece que se ha mejorado extraordinariamente porque en sí ha mejorado todo el periodismo. Antes había "sobrecogedores" no solo en los toros. Los había en los deportes, en la política y en tantos otros lugares. Hoy la verdad es que la formación del periodista en las universidades y la exigencia de ética y deontología profesional para los periodistas y la realidad social en España hace que, yo creo, que no exista el periodista que le entreguen un sobre para que haga una buena crítica en teatro, en el ballet, en la música o en los toros.

-Vamos a abrirnos fuera del ámbito del toreo, o no. ¿Quién merece una faena de castigo?

-José Luis Rodríguez Zapatero.

-¿Y otra con lances de arte?

-Elena Salgado.

-¿A quién daría un puyazo para ahormar?

-Hombre, no hay duda, a Mariano Rajoy.

-¿A quién indultaría?

-Pues seguramente a Solbes. Yo creo que fue un ministro excelente y ahora nos estamos dando cuenta de lo que supone su ausencia del gobierno de Zapartero.

-Dígame alguien a quien no le haya podido dar un pase.

-Pues al que fue mi gran maestro el filósofo de la historia Arnold J. Toynbeea que es el hombre más inteligente que yo he conocido a lo largo de mi vida profesional.

¿Fue el exilio en 1966 el momento más bravo de su vida?

Sí, el exilio fue entonces cuando publiqué un artículo titulado La Monarquía de todos que le reventó mucho al dictador Franco, pero no me atrevo a decir que fuera el momento más bravo de mi vida. He tenido muchos momentos malos, he tenido algunos buenos, muy pocos, y otros muchos malísimos que he procurado superar. La vida de un profesional del periodismo entregado a su profesión tiene circunstancias y momentos que son francamente negativos o francamente malos.

-¿Y cuál destacaría usted como el más bravo?

-No me atrevería a decirlo. Seguramente el momento en que yo he padecido más fue en la guerra del Congo porque fue la primera vez que fui corresponsal de guerra. Pero luego estuve dos veces en la guerra de Israel, siete meses en la guerra en Vietnam, hice la guerra de Camboya… por eso han sido muchos los especialmente agrios. Pero la del Congo fue especialmente complicada.

-¿Y el más manso reconocer que Felipe González ha sido el mejor político de nuestro país en el siglo XX después de urgir el "sindicato" para derribarlo?

-Yo tengo una posición ideológica muy contraria a la de Felipe González. Por lo tanto le he combatido a fondo, como he combatido que permaneciese tanto tiempo en el poder. Yo pensaba que después de cuarenta años de Franco sería terrible tener treinta años de Felipe González. Ahora, una vez dicho esto a mí me parece que el siglo XIX dio un gran hombre de estado que fue Antonio Cánovas del Castillo y el siglo XX ha dado un gran hombre de estado que ha sido Felipe González y creo que la objetividad periodística exige reconocerlo así, al margen de las posiciones ideológicas y de las discrepancias que uno pueda tener.

-¿Cómo le gustaría que se recodase su andar y lidia por el ruedo de la vida?

-No he querido ser un periodista temido sino un periodista querido. Me gustaría que me recordasen como buena gente, como buena persona.

-Por último, ¿qué puede usted decir de Almería y de Roquetas de Mar en particular?

-Pues que viven ustedes en el sitio donde quiere ir todo el mundo de vacaciones. No se puede pedir más. Yo solo he ganado un premio taurino que fue el Baltasar Ibán que lo gané, por cierto, al alimón con Mario Vargas Llosa e hicimos el discurso conjuntamente y estoy enormemente satisfecho de haber ganado este premio precisamente un año en el que se han prohibido los toros de manera artera en Cataluña y un año especialmente significativo en la historia de los toros. Así que, esto me produce gran satisfacción.

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