Almería

San Marcos 'asusta' a la lluvia con sus caballos

  • La tradicional romería congregó ayer a un centenar de jinetes y tractores con carrozas llenas de color y múltiple formas

Unas gotas de lluvia al comienzo del recorrido hicieron temer lo peor, pero afortunadamente San Marcos se empeñó en que tenía que brillar el sol y coincidiendo con la salida de la imagen por la puerta de la iglesia las nubes fueron desapareciendo como dando a entender que había venia divina para que la tradicional romería se llevara a cabo como todos los años. Así que en torno a las doce del mediodía sonaba la cohetería de los fuegos artificiales, las campanas comenzaban a repicar y el tractor que trasladaba al santo se ponía en marcha. Se acababa de celebrar la misa a la que acudieron las autoridades locales que señalaba el comienzo del itinerario por las calles de la ciudad.

A esa hora los más jóvenes y algunos no tan jóvenes que viajaban en las carrozas ya llevaban dentro del cuerpo varios litros de sangría, porque la mejor forma de esperar el comienzo del recorrido era con la música a todo volumen para acompañar el alcohol. Fueron mayoría las discotecas con ruedas, llenas a rebosar siempre de jóvenes bailando.

El alcalde Juan Enciso no las tenía todas consigo en relación a la lluvia y afirmaba que "vamos a ver si el agua nos deja, pero por lo pronto todo va muy bien. Parece que ha dejado de llover, pero ya sabemos que esta semana, al igual que en Semana Santa, siempre cae lo suficiente como para tener que salir corriendo y guardar el santo. Hoy creo que hay unas ochenta carrozas y unos trescientos caballos, y el clima político, al menos por hoy, tranquilo y olvidado".

En la carroza de las personas mayores procedente del centro de día de la Junta de Andalucía había inquietud por saber si el artefacto llamado grabadora que llevaba el periodista en la mano era "para la tele, para hacerme una fotografía", pero como estaban ofreciendo su peculiar concierto en directo lo que realmente les interesaba era darle a la bandurria "nosotras, porque los hombres están mal de salud. En el club tenemos un coro, pero faltan algunos". Con sus trajes bordados daba gloria verles. "Que llevéis el periódico al centro, que allí hay tropecientas personas, todos viejos pero muy guapos".

La comitiva municipal abría la romería con el párroco y la imagen del santo a la cabeza, con rosquillas, panes y viandas como ofrenda, y tras ellos una inacabable serie de carrozas realizadas con la desbordante imaginación de la que los ejidenses hacen gala en sus celebraciones. Una ingente multitud esperaba en las calles la llegada de la procesión, que más que una procesión era una fiesta multicolor. Porque solamente en San Marcos se puede ver a los piratas surcando las olas viento en popa a toda vela a bordo de su bravo navío con las espadas en alto preparando el abordaje, "somos los piratas de no te lo digo, aquí estamos en El Ejido, no te digo de qué piratas hablamos... nuestro rumbo es cortar cabezas, vamos a cortarle la cabeza a quien se lo merezca"; o a las personas mayores ataviadas con sus mejores galas tocando la bandurria; a toda una cuadrilla de figuras del toreo con el traje de luces haciendo de las calles murgitanas su particular coso taurino, con astado incluido; o a la carroza Los Mimbrales, una playa con ruedas, donde lucían palmito las bañistas y además de flotadores había un faro marinero que viajaba por todo el pueblo. "Como no sabemos nadar llevamos el flotador, y la lluvia bienvenida sea, porque para eso estamos en la playa con el agua mojada. Y el patito es para no ahogarnos".

Abría la espectacular comitiva la carroza que lucía el número 1, los vikingos que con su nave arribaban a nuevos mundos marcando la pauta de la historia, con cascos y sobre todo muchos cuernos, mucha guasa, sano cachondeo y sorna. Cádiz y su carnaval poco tienen que envidiar a El Ejido y San Marcos.

Así la ciudad olvidaba por unas horas los tristes momentos que tiene que soportar día tras día debido a la política, y las calles se llenaban de preciosas mujeres ataviadas con trajes de flamenca, caballos enjaezados con las mejores galas y cientos de jinetes, de todas las edades, a veces casi niños, que tiraban de las riendas de sus monturas con soltura. En El Ejido son capaces en San Marcos, a la vez, al mismo tiempo, al unísono, de hablar por el teléfono móvil, posar para Javier Alonso, fotógrafo del Diario de Almería, llevar las riendas del caballo, transportar a la compaña en la grupa y preguntar "¿cuándo sale ésto?". En la plaza de la iglesia las tradicionales rosquillas se ponían a la venta, y pese a la crisis el rico género tenía salida. Un bolsa con cinco rosquillones, cinco sabrosos aros dulces, "por solo tres euros, y se venden como todos los años". Daba la sensación que la romería de San Marcos era un ensayo general para el festival internacional de teatro, que está ya a las puertas y se celebra después del certamen de aficionados. Precisamente a las puertas del Teatro Auditorio pasaba la cabalgata multicolor camino del recinto ferial, en pleno centro de la ciudad, con la música de las bandas tradicionales mezclada con los altavoces discotequeros.

Y como no podía ser menos, la autoridad municipal había previsto de antemano evitar que nadie se desmandara o se saliera del tiesto, entre tanto casco, caballo y alcohol. Una orden municipal instalaba en tres puntos diferentes del recorrido cámaras de grabación de vídeo y fotografía, para tener en "todo momento una visión exacta del correcto proceder de los/las jinetes participantes, ante cualquier eventualidad que pueda producirse, así como una mayor información para los miembros de la organización y de las fuerzas de seguridad. Las imágenes captadas serán de uso interno y bajo ningún concepto de difusión pública", rezaba la orden, que añadía asimismo que "los/las jinetes no podrán consumir bebidas alcohólicas durante el desfile, ni abandonar el animal en ningún momento, así como efectuar paradas que interrumpan el normal funcionamiento del desfile.

El responsable de cada animal será la misma persona que figura en la hoja de inscripción y aceptación de normas. Dicha persona tendrá la obligación de controlar el animal para que en ningún momento cause problemas de seguridad. No se podrá ir repartiendo ningún tipo de propaganda, ni acercarse a los viandantes para ofrecer o recibir nada que en cualquier momento pueda inducir al público a acercarse demasiado a las monturas con el consiguiente peligro que ello implica. Hay que mantener constantemente la formación indicada por la organización al objeto de no deteriorar la buena imagen del desfile, así como evitar las puestas en marcha bruscas de los animales, quedando totalmente prohibido el subir o bajar de las monturas cuando están andando. Las monturas podrán ser expulsadas del desfile teniendo que abandonar el mismo".

El párroco Francisco Sáez, afirmaba en el Saluda oficial de las fiestas que "en San Marcos, al llegar la primavera, es momento de hacer un alto en el camino para celebrar, para compartir y agradecer. Porque compartir crea lazos de unidad entre aquellos que comparten. Y qué hermoso es comprobar que todo esto se pone bajo la intercesión de San Marcos Evangelista". En el mismo programa oficial, el alcalde Juan Enciso escribía "un año más se unen en El Ejido fiesta y tradición en la festividad de San Marcos, y eso nos hace afortunados, amén de poder congratularnos con la buena sintonía que se da entre las personas mayores, guardianas de las tradiciones, y la juventud, presente y futuro de nuestro pueblo. El pueblo se colma de alegría en esta fiesta que surge y se expande en la sociedad ejidense".

Tags

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios