Salud y Bienestar

Un tercio de la población es intolerante a la lactosa

  • En su apuesta por renovar su imagen de marca, Covap lanza su gama sin lactosa con un aspecto renovado y mucho más moderno.

En verano, con las altas temperaturas reinantes, cada vez apetece más tomarse un vaso de leche o un batido bien fresquito. Pero hay personas que no pueden disfrutar de estos placeres. Quien padece intolerancia a la lactosa, tomar leche y algunos derivados puede producirle ciertos trastornos, como gases, retortijones, acidez o diarrea, que se traduce en inflamación del estómago, malestar general, pérdida de apetito, digestiones pesadas, nauseas, vómitos o sensación de asco.

Casi un tercio de los españoles tiene algún tipo de intolerancia a la lactosa, con incapacidad total o parcial de digerirla, por padecer niveles bajos de la enzima necesaria para ello. No obstante, es difícil conocer la prevalencia real de la enfermedad debido al hecho de que muchas personas afectadas autogestionan su intolerancia sin acudir a un especialista y realizando un manejo de la enfermedad que no siempre resulta adecuado, a pesar de que las  pruebas para detectar el problema son bastante sencillas y no invasivas.

La lactosa es un azúcar presente de forma natural en la leche. En condiciones normales, el cuerpo humano separa la lactosa en sus dos azúcares sencillos (la glucosa y la galactosa) en el proceso habitual de la digestión para que puedan ser utilizados como fuente de energía por el organismo. Algunas personas no pueden realizar este proceso de división de la lactosa en sus azúcares ni, por lo tanto, aprovecharlos adecuadamente.

La consecuencia se manifiesta como una serie de síntomas que se denominan generalmente intolerancia a la lactosa. La intolerancia sucede cuando el intestino delgado no es capaz de digerir la lactosa, un tipo de azúcar que se encuentra en la leche y otros productos lácteos. La razón de este problema es que el intestino no produce suficiente cantidad de enzima lactasa. Las enzimas ayudan al cuerpo a absorber los alimentos. No tener suficiente lactasa se denomina deficiencia de lactasa. Uno de los motivos más habituales tiene una base genética y biológica ya que las personas al dejar de ser niños van perdiendo lactasa.

De este modo, la intolerancia es muy extraña en bebés y niños menores de tres años de edad para ir aumentando a partir de esta edad.

La leche es un alimento que  aporta importantes nutrientes a lo largo de la vida. La persona afectada frecuentemente suele dejar de tomar leche e incluso otros productos lácteos, por lo que un efecto secundario importante de la intolerancia a la lactosa es la posible aparición de problemas nutricionales relacionados con la falta de calcio, uno de los nutrientes esenciales de la leche.

Una buena solución para mantener los lácteos en la dieta es la gama de productos sin lactosa que la Cooperativa Andaluza Ganadera del Valle de los Pedroches (Covap) con sede en Pozoblanco (Córdoba), tiene en el mercado. Se trata de  un innovador proceso para elaborar la leche sin lactosa aportando la enzima (lactasa) a la leche con el objeto de que se produzca una separación de la lactosa en dos azúcares: glucosa y galactosa.

Con este método se obtiene una leche sin lactosa de mayor calidad con una mejora de la textura, olor, color y el sabor de una leche clásica. De esta forma, los consumidores intolerantes a la lactosa pueden consumir leche sin lactosa Covap sin renunciar a las propiedades de su leche de siempre.

Es rica en proteínas, en vitaminas y en minerales, como el calcio, que beneficia a los niños en su etapa de crecimiento. Se desarrolla en sus tres variedades (entera, semi y desnatada).

Dentro de la misma línea de productos, el batido sin lactosa Cowkids conserva todos los nutrientes de la leche y garantiza el aporte nutritivo que los niños necesitan (90% de leche sin lactosa en cada batido) y es perfecto para desayunos y meriendas, además de la mejor forma para que tomen el lácteo en cada comida, como recomiendan las pirámides nutricionales y, por supuesto, sin renunciar al autentico sabor a chocolate de los batidos Covap. Durante su proceso de elaboración se contó con la colaboración del Basque Culinary Center que realizó una cata con un grupo de expertos para conocer el perfil sensorial de los batidos desarrollados y hacer los últimos ajustes del perfil sensorial de los productos de acuerdo a la metodología seleccionada previamente.

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