Bajo Palio

A trote con Nuestro Padre Jesús

  • El miércoles se celebró el Tropel, procesión anterior a la Guerra Civil que se recuperó hace 5 años

En aproximadamente unos 50 minutos, la imagen de Nuestro Padre Jesús, vestido con túnica blanca donada por un fiñanera residente en Sevilla hace unos años, recorrió las calles de todo el municipio de Fiñana. Se trata del mismo recorrido que se realiza con la imagen de San Sebastián cada 20 de enero y que se extiende por horas. Sin embargo, en esta procesión la rapidez es la tónica y el veloz recorrido de la talla se debe a que el trono del Santo es llevado a trote por un grupo de valientes andaderos, hombres y mujeres todos vestidos de blanco con esparteñas blancas y fajín morado en la cintura. Los nazarenos que les acompañaron de morado y sin capa. Una procesión en la que no solo vuelan los anderos sino el público que ha de ir a también a trote si quiere acompañar a su santo padre.

Conocida como la procesión del Tropel, los fiñaneros volvieron a arropar con su calor y devoción a Nuestro Padre Jesús, que salió la noche del Miércoles Santo en este desfile que es seña de identidad de la Semana Santa de Fiñana.

Cabe explicar a todos aquellos que desconozcan esta procesión que está organizada por la hermandad de Nuestra Padre Jesús, cuyos componentes decidieron recuperar el Tropel hace ya cinco años. No obstante, este desfile procesional es anterior a la guerra civil.

Preguntando a los mayores del lugar, los cofrades de Nuestro Padre Jesús han ido año tras año añadiendo peculiaridades y detalles al paso hasta hacer que esta procesión tenga una aceptación grandísima por parte de todos los fiñaneros y vecinos de la comarca y otros rincones de la provincia. Como curiosidad, antes se hacía de madrugada y solo podían participar hombres. Ahora todo es distinto.

La hermandad de Nuestra Padre Jesús regresó anoche a las calles de Fiñana con la imagen del Cautivo con traje negro y con el escudo en el brazo y guantes blancos. Hoy estos cofrades sacarán en procesión al Santo Sepulcro bajo el silencio de la noche y gran solemnidad.

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