enrique martínez tamayo. prioste de la hermandad del encuentro

"Los días deberían tener 30 horas"

  • Este costalero de Nazarenos recuerda con nostalgia su vida cofrade tanto en su corporación como en otras Esta es su primera Semana Santa como responsable de priostía

Enrique Martínez Tamayo nacido en Almería el 5 de febrero de 1989, con 25 años procesiona como auxiliar del paso de misterio de Nuestro Padre Jesús de la Victoria de la hermandad de la borriquita, es acolito del paso de misterio de la sentencia de la hermandad de la Macarena, costalero del paso de palio de María Santísima de Gracia y Amparo de la hermandad de coronación, costalero del misterio de San Juan de la hermandad de la Soledad, costalero de Nuestro Padre Jesús Nazareno y siendo además, prioste general de la hermandad del Encuentro.

-¿Desde cuándo y porque perteneces a la hermandad del Encuentro?

-Desde que hice mi Primera Comunión era acólito de la Parroquia de San Antonio. Al llegar Semana Santa eran los monaguillos de la Parroquia los que acompañaban a las Imágenes de la Hermandad durante su procesión. A raíz de ahí me fue llamando la atención cada vez más, hasta que me decidí pasar por la Casa Hermandad con la excusa de comprar unos CDs de Semana Santa y ya rellenar la solicitud cofrade. Soy hermano desde el año 2003.

-¿Quién y cómo te propuso la idea de que tú fueses el prioste general de la hermandad del Encuentro?

-La idea fue de mi gran amigo Paco Vargas, el actual Hermano Mayor. Cuando me comunicó su intención de presentar la Candidatura para las Elecciones a Hermano Mayor me propuso ser el Prioste General de la Hermandad y que yo libremente formara mi cuerpo de priostes para el trabajo diario; a lo que me fue imposible rechazar su propuesta.

-Como prioste, tu trabajo, ¿se centra en la semana santa o se extiende durante todo el año? ¿Cuáles son tus responsabilidades?

-No es solo durante la Semana Santa. Son 365 días de trabajo para el mantenimiento y cuidado del patrimonio, montajes de altares de cultos, el cambio de ropa de Jesús Nazareno, montaje de pasos para la Salida procesional, adecuación de la capilla donde radican nuestra imágenes…

-¿Cuál fue su primer trabajo que hizo como prioste de su hermandad?

Recién nombrado como prioste, lo primero que hice fue cambiar de ropa a mi admirado Nazareno. Fue un momento lleno de sentimientos y emoción y he de confesar que me temblaba hasta el alma, ya que eran mis manos las que junto a las de Paco, estaban cambiando la Imagen a la que tantas veces le rezo y la que tanto le pido y doy gracias. Fue un momento lleno de dulzura, y que difícilmente podría expresar con palabras lo que sentí.

-Este año se ha hecho una parihuela para María Santísima de la Amargura, ¿se tiene pensado hacer próximamente algún cambio en los pasos?

-La intención de la Junta de Gobierno a la que pertenezco es dignificar y mejorar todo lo que podamos en la medida de nuestras posibilidades. Vamos poquito a poco, sin prisa, pero sin pausa, avanzando siempre para conseguir nuestros objetivos. Como diríamos en lenguaje cofrade: "siempre de frente".

-¿Cómo vives la semana santa siendo el prioste de tu hermandad?

-Pues los días deberían de tener 30 horas, porque a veces parece que falta tiempo para hacer las cosas. Los nervios, y las ganas de que lleguen estas fechas se hacen presentes a diario. El pensar que es mi responsabilidad el que esté todo a punto y listo para el gran día… es para vivirlo. Y ya el día de la Estación de Penitencia estoy hecho un flan.

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