Bajo Palio

Silencio y fervor al Perdón por la ciudad

  • El toque con la trompeta anunció la salida del titular de la hermandad en San Ildefonso Lluvia de pétalos en la calle Silencio, abarrotada de gente

SILENCIO y recogimiento en la Iglesia de San Ildefonso con la Hermandad del Perdón. A las 21:40 de la noche, partió el guión desde el patio de las EE.PP. Sagrada Familia hasta llegar a su sede canónica donde, a las 22:00 horas, el barrio de la Plaza de Toros enmudeció para ver salir al imponente crucificado que tallase Francisco Palma Burgos en 1984.

Los penitentes, ataviados con túnica negra, verdugo del mismo color y cíngulo blanco comenzaron a salir del interior del templo con rotundo respeto y con un orden exquisito. Los 14 tambores y timbales de Úbeda y Almería precedieron a la Cruz de Guía de la hermandad. Los infantiles desfilaron con su siempre particulares varas de madera, en el primer tramo del cortejo.

El repicar de la campana anunció la salida del Santo Cristo del Perdón. Un total de 30 portadores, todos ellos descalzos, realizaron la maniobra en la estrecha calle de Nuestra Señora de las Mercedes para enfilar la calle Acosta. El jefe de costaleros, Francisco Sanjuán Estrada, dirigió magistralmente esta primera revirá hacia el encuentro del barrio con su Cristo.

Especial fue el paso, como siempre, por la calle Silencio donde se agolpó una gran multitud de fieles y devotos que esperaron al titular cristífero de la corporación del Martes Santo. Los penitentes, portando los faroles y con la medalla al cuello, iluminaron esta bonita y estrecha calle con la luz de su cirio. Seguidamente, la hermandad se dirigió hasta Plaza de San Sebastián y Puerta de Purchena para enfilar la calle de las Tiendas, también especial para la cofradía del martes.

La Hermandad del Perdón llegó a la Plaza de la Catedral a las 23:45 horas de la noche. Una plaza abarrotada de fieles y devotos esperó la llegada de la talla en madera policromada de Palma Burgos. La explosión de fervor se sucedió al paso de la corporación por el primer templo de la Diócesis de Almería.

Emotivo fue también el paso del cortejo por la estrecha calle Cubo donde bajó hasta la Plaza Masnou hasta desembocar en la calle Real, en busca de la Carrera Oficial. Allí entró a las 00:30 horas de la noche. Con un Paseo de Almería apagado, al igual que sucediese la noche anterior al paso del Gran Poder, desfiló la hermandad en busca, nuevamente de su barrio.

La vuelta por la calle de las Cruces fue otro de los momentos de la noche. Allí, volvió a sonar el toque de silencio cuando el Santo Cristo del Perdón se paró frente a su Casa de Hermandad, ubicada en esta vía. El regreso hasta su templo de San Ildefonso fue en bolandas, siempre arropado por los fieles de su barrio. La hermandad hizo su entrada en el templo pasadas las 01:30 de la madrugada.

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