TV-Comunicación

Entre Cervantes y Barei

  • Sólo 6 de los 40 países que participaron en Eurovisión en 2015 lo hicieron en su idioma España se suma a la lista de los que cantarán en inglés

Alemania, Bélgica o Rusia llevan años participando en inglés en el Festival de Eurovisión. En esta edición, tras varias tentativas a medias como Dancing in the rain, España, con el castellano imponiéndose incluso en Estados Unidos, también interpretará una canción totalmente en inglés ante el resto del continente. La madrileña Barei se alzó el pasado lunes con la selección eurovisiva, por decisión de jurado y público, y Say yay! será el tema que suene en Estocolmo el 14 de mayo. No es precisamente el mejor homenaje que TVE puede hacer en el año cervantino, pero hace ya tiempo que Eurovisión perdió su rastro de intercambio cultural, como se intentó concebir, con la posguerra aún caliente.

En un certamen donde ya han sido incluidas las antípodas, Australia, parece que sin inglés no hay llave hacia la victoria, aunque España lo ha tenido bastante improbable en los últimos lustros y las casas de apuestas ya apuntan a la baja a ese Say Yay! designado. La desesperación por los discretos, o nefastos, resultados de las delegaciones españolas de los últimos quince años (desde Anabel Conde llevamos veinte años sin sorprender al resto de países, sinceramente) han llevado a esta creencia, un tanto a la desesperada, de que sin inglés no se puede ganar en Eurovisión. En 2007 la racha la rompió Serbia, con Marina Serifovic. En 2015 de 40 países sólo participaron en su idioma nacional Italia (que ocupó el tercer lugar con los líricos Il Volo), Montenegro (puesto 13º) España (21º), Francia (25º) y Finlandia y Portugal, que no pasaron a la final. Antes que en catalán, gallego o vasco, las otras lenguas co-oficiales en España, TVE lleva a Eurovisión a una representante en inglés, a probar, con cierta resignación, una victoria que ya se busca con un ansia propia de pequeñas naciones que se colocan en el mapa gracias a este macroprograma (líder de aduiencia anual, fútbol aparte). Como en cualquier otro talent musical, en Eurovisión sigue siendo más importante eso, el talento, la calidad musical, la innovación, incluso el golpe oportunista, más que el idioma. La única manifestación nacionalista son las banderas ya que el inglés lo uniforma todo. Y Barei naufraga de antemano en ese océano, donde este tema de pop godspell destaca poco.

Tampoco tenía muchas papeletas I love you mi vida, de D'Nash, en 2007. El spanglish de La noche es para mí de Soraya Arnelas, penúltima en 2009, fue maltratado por el público. Este desastre ya nos barrunta el del próximo mayo. La calidad de Dancing in the rain y del vozarrón de Ruth Lorenzo no fue recompensado ni por el Reino Unido (fue un auténtico desplante), donde la murciana es un ídolo televisivo. Para congraciarse con la audiencia Rosa, en 2002, ya interpretaba en una construcción macarrónica aquello de Europe's living a celebration. Pero eso mismo ya lo hacía José Vélez en 1978 con "voulez vous danser avec moi...", en Bailemos un vals, cuando el francés era el idioma que pitaba y no tanto el del Guayominí. Sin embargo la historia del festival se parte con el meridiano del Waterloo de Abba. Suecia en 1974 cantó en inglés porque no existía una normativa sobre idiomas nacionales, que se implantó entre 1977 y 1998,

Casi medio siglo antes de Barei , la primera española en cantar en inglés en Eurovisión fue Massiel, que en el bis cantó parte del La, la, la en inglés (con la euforia, pocos se percataron). El universal La, la, la aquella canción con la que Serrat fue apartado por querer incluir una estrofa en catalán.

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