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Alhambra Nievas, la vida es un ensayo

  •  La pasión por el rugby de esta granadina le ha llevado a ser el mejor árbitro del mundo

Nievas haciendo de juez de línea en el amistoso entre Estados Unidos y Tonga que se disputó en noviembre en Anoeta.

Nievas haciendo de juez de línea en el amistoso entre Estados Unidos y Tonga que se disputó en noviembre en Anoeta. / m.. g.

Si el deporte es un buen ensayo de la vida, Alhambra Nievas (Granada, 1983) lo ha pasado con nota. Un certero drop de cuatro años de duración (en 2013 dejó de jugar para dedicarse en exclusiva al arbitraje) le sirvió para convertir sus sueños en un éxito muy real con un silbato por bandera. Es ingeniera de telecomunicaciones, jugadora de rugby y árbitro y tiene varios hitos en su haber: ser la primera española que ha arbitrado un Mundial de rugby; la primera española en ser nominada por segundo año consecutivo como mejor árbitro del mundo; y la primera mujer en ser elegida mejor árbitro de rugby del mundo (World Rugby Award 2016). Nievas cuenta el secreto de su éxito: "Es fácil: trabajo y ser feliz. Seguir un camino rodeada de personas que me han aportado mucho en positivo, ser exigente conmigo misma y, todo ello, disfrutando mucho de mi pasión".

La árbitro granadina se reafirma en la importancia de una buena educación familiar basada en el mens sana in corpore sano: "Es muy importante tener una formación detrás, mis padres me lo han transmitido así desde que era pequeña junto con la parte de vida sana, en la que el deporte es la mejor vía. Ellos tienen un impacto enorme en la persona que soy. Me han ofrecido todo lo que tienen para poder elegir y aprovechar las oportunidades que la vida me ha abierto. Y siempre me han respetado y apoyado, aunque a veces haya sido difícil por ser una elección que se salía de la norma".

Alhambra está hecha de una pasta especial, porque no se arredra en momentos de máxima tensión durante un partido del Seis Naciones o de la final olímpica femenina de rugby-7 que dirigió en Río 2016 entre Australia y Nueva Zelanda. La fórmula "debe ser el equilibrio entre un buen atleta, conocer el juego y mantenerse bajo control en las situaciones de presión". "Los mejores árbitros son los que rinden al mismo nivel cuando el factor presión crece", agrega Nievas.

Alhambra ha molturado muchos prejuicios machistas que se ha encontrado por el camino: "Ahora no, pero durante una época se escuchaba mucho la frase está ahí para cubrir la cuota. Eso refleja la vía fácil de restar mérito al trabajo que realizamos. La discriminación positiva tampoco nos ayuda. Ojalá algún día acabemos hablando de personas, rendimiento, ilusión y trabajo sin diferenciar sexos".

Nievas cuenta en su haber con alguna anécdota curiosa en el arbitraje de elite debida a que el inglés no es su primer idioma, pero con tono positivo afortunadamente. "Hay muy buena empatía con los jugadores", señala.

En esta edición, la colegiada granadina dirigirá el partido del Seis Naciones femenino entre Irlanda e Inglaterra. Casi nada. Y lo hará rigiéndose por su intachable código ético y su enorme conocimiento del juego.

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