Fútbol l Liga de Campeones / Semifinales

El Barça se queda sin premio

  • Los azulgrana tuvieron encerrados al Manchester United durante los 90 minutos pero no estuvieron acertados de cara al gol; Cristiano Ronaldo falló un penalti para los ingleses en los primeros compases

El Barcelona se jugará en Old Trafford su pase a la final de la Liga de Campeones después de que no pudiera marcarle ningún gol (0-0) al Manchester United, al que dominó de principio a fin hasta convertirlo en un equipo vulgar, temeroso y superado por los acontecimientos.

En uno de los mejores partidos de los azulgrana esta temporada, el conjunto que dirige Frank Rijkaard quiso enviar un mensaje a quienes le daban por muerto y recordarles que la temporada aún no ha acabado, que el Manchester, de favorito nada, y que la 'Champions' aún no tiene dueño.

Y eso que el encuentro podía haber empezado de forma trágica para los hombres de Rijkaard, cuando a los dos minutos de juego -en la primera aproximación visitante al área de Víctor Valdés- el argentino Gabriel Milito cometió penalti por unas absurdas manos dentro del área.

Sin embargo, el indolente Cristiano Ronaldo envió el balón fuera, y el error del punta del Manchester fue lo mejor que le pudo pasar al Barça, que logró darse cuenta de golpe de que el equipo de Alex Ferguson está formado por futbolistas de carne y hueso y que incluso su estrella, probablemente el jugador más en forma del planeta, también es humano.

El Barcelona, que había arrancado algo nervioso, respiró hondo, ahuyentó todos sus miedos y se puso a jugar, liderado por Leo Messi -siempre Messi-, con el hambre y la intensidad que le ha faltado durante tantos meses. Impuso un ritmo infernal en la presión, ahogó la salida del balón de su rival y se adueñó del esférico de una forma insultante.

Durante esta primera media hora, el Barcelona demostró que creía por fin en él y, lo que es más importante, invitó a creer al público del Camp Nou, que no dejó de animar a los suyos en cada robo de balón, en cada combinación, en cada llegada al área.

El problema del Barça fue que no culminó nada de lo que intentó. Por más que puso en apuros a la defensa británica, que debió multiplicarse en cada jugada e incluso necesitó de la ayuda de Wayne Rooney y el argentino Carlos Tévez para achicar balones, no logró traducir en gol, ni siquiera en una oportunidad de verdadero peligro, ninguna de sus acciones en esta primera mitad.

De haber afinado un poco más en el último pase, en la definición -los tímidos remates del camerunés Samuel Eto'o, Andrés Iniesta o Deco apenas inquietaron a Van der Sar-, el Manchester podía haber quedado ya sentenciado en la primera mitad, pero la falta de concreción en los metros finales le permitió salir vivo del partido en el Camp Nou. Old Trafford decidirá la contienda.

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