Fútbol l Primera División (Trigésimo primera jornada)

Dani Güiza perdona al Real Madrid

  • Con el conjunto merengue en inferioridad, el delantero tuvo ocasiones para darle la victoria al Mallorca

El Mallorca tuvo contra las cuerdas al Real Madrid durante muchos minutos. Los merengues no supieron digerir el tanto del empate, obra maestra de Borja Valero, y casi se vuelven de vacío de su visita a Palma.

Un punto que resulta bueno para los visitantes y para los locales. Para los de Gregorio Manzano porque pudieron frenar al líder en su campo, y para el Real Madrid porque siguen dependiendo de ellos mismos para ganar el ansiado título liguero.

El partido comenzó con mayor empuje de los bermellones. El Mallorca, que demostró tener bien estudiado a su rival, se quiso apoderar de la zona ancha, donde Gago no era capaz de parar a un resucitado Ibagaza.

El holandés Arjen Robben fue el jugador más activo del Madrid en la primera parte. Su velocidad y sentido de la verticalidad creó graves problemas a la defensa local. Además, Robben, que empezó jugando por la izquierda, cambió de banda varias veces. Precisamente, la jugada del gol -plena de habilidad- la creó por la derecha con un regate seco y preciso. En el segundo palo -Higuaín dejó pasar el balón- la remachó su compatriota Wesley Sneijer a placer.

El público, indignado, hizo flamear los pañuelos para reprobar la actuación de Daudén Ibañez. Las protestas, incluso, continuaron al finalizar la primera parte, circunstancia que le costó una tarjeta amarilla a Varela.

Tampoco fue un canto a la seguridad defensiva la zaga madridista. En el minuto 23, permitió la llegada franca de Daniel Güiza, que erró de forma lamentable ante Iker Casillas. Además, en su debe quedaron esas dos acciones -el gol anulado y la mano de Cannavaro- que pudieron alterar las coordenadas del partido.

El Madrid prefirió esperar el fallo del rival en la segunda parte para sentenciar. Estuvo reservón, más preocupado de frenar las embestidas locales que de mantener la iniciativa. Esa actitud la incrementó más, todavía, tras la expulsión de Sergio Ramos (min. 65). Con inferioridad numérica, Schuster sustituyó a Higuaín y puso en su lugar a Diarrá.

Una espectacular chilena de Arango avisó de las intenciones del Mallorca, que se lanzó a un ataque demoledor, que hizo recular al Madrid. Entonces, surgió la clase de un ex madridista Borja Valero, que había sustituido a Varela poco antes, para clavar el balón por todo el ángulo de la portería de Casillas.

Pero no fue todo. Güiza estrelló un remate en el travesaño con Casillas ya vencido (min. 82).

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