Ya dijo Alberto González en la rueda de prensa posterior al partido del domingo que, "estos son tres puntos que nos saben a más, porque cambian una dinámica negativa", pero reconocía que el triunfo frente al San Fernando (4-0) les había costado "muy caro". Corría el minuto 21 de partido cuando Darío Guti, al que la afición ejidense no solo recibió con los brazos abiertos sino que se ganó en la primera jugada del choque una merecida ovación por parte de la grada, se tumbaba en la banda con gestos de dolor y levantaba la mano pidiendo las asistencias. El vicario, primer y único refuerzo invernal hasta el momento, se había lesionado.

El centrocampista de 22 años de edad, procedente del Elche Ilicitano, conjunto con el que no había tenido suerte en la primera vuelta, se marchó caminando sin ayuda del terreno de juego, aunque escoltado por los médicos que le habían atendido junto a la pista. Su cara reflejaba la consciencia absoluta de saber lo que te pasa, por eso la suya era todo un poema. Rostro de impotencia y decepción el de este almeriense que había ilusionado a toda la parroquia celeste con su retorno al CD El Ejido y al que la mala fortuna no le dejó ni superar la media hora de su primer encuentro en la Segunda División B defendiendo el escudo del equipo con el que un curso antes había logrado un histórico ascenso.

Ayer se pudo conocer el alcance de su lesión y, según las estimaciones médicas, estará entre tres y cuatro semanas de baja si la recuperación va como debe. Darío Guti sufre una rotura limpia de 1'16 centímetros en el bíceps femoral medio. Según ha podido saber este diario, el Dr. Antonio Ríos le habría dado este parte y le confirmaría que es una zona menos complicada y que hoy mismo comenzarán con el tratamiento de recuperación. Si se confirman los tiempos previstos de la baja, Alberto González no podrá contar con el de Vícar para los partidos ante Cartagena, Marbella y Real Jaén, y si se alarga a cuatro semanas, puede que tampoco esté frente al Atlético Sanluqueño. Sin duda, una mala noticia para los ejidenses en un momento clave de la temporada en la que se juegan la permanencia.