CÁDIZ CF | UD ALMERÍA

Diamanka tira por la borda el partido

  • El Almería, que parecía recuperar el gen competitivo, cae ante un Cádiz en inferioridad desde el minuto 54'

  • Una pérdida de balón de Diamanka origina un mortífero contragolpe de Aridane y el tanto de Aitor García

Aitor García dispara a gol ante la oposición de Isidoro en la acción del 1-0.

Aitor García dispara a gol ante la oposición de Isidoro en la acción del 1-0. / fotos: JOAQUÍN PINO / diario de cádiz

No busquen gafes ni fenónemos paranormales. No llamen a Iker Jiménez en busca de respuestas a cuatro derrotas consecutivas que ni los nuevos fichajes son capaces de corregir. Si el Almería no ganó ayer en Cádiz, si no ha sido capaz de hacerlo desde el pasado 11 de diciembre (2-1 al Real Mallorca), ha sido simplemente por su impericia.

En el Ramón de Carranza los rojiblancos estrenaban contrataciones de relumbrón. Borja y Javi Álamo figuraban en un once revolucionario con el que Soriano intentaba darle una vuelta de tuerca a la pésima racha que los ha instalado ya como colistas junto al Nástic.

El técnico maño puso a los nuevos y apostó por Chuli en detrimento de Quique. También por ubicar a Corona en su sitio de siempre, como mediapunta, escudado por Vélez y Borja, con Fidel y Álamo como puñales por banda. La música sonó ciertamente bien durante la primera mitad.

El equipo parecía recuperar el gen competitivo que una jornada antes había desaparecido por completo en Reus. La posesión de balón pertenecía al Cádiz, pero los rojiblancos la tocaban con cierto criterio y presionaban bien la salida de balón del rival con su remozada alineación.

La igualdad presidió un primer tiempo con escasos acercamientos a las áreas. Apenas se contabilizó un disparo lejano de Chuli detenido por Cifuentes y un buen centro de Álvaro por la izquierda que tuvo que sacar Nano bajo palos evitando el remate de Nico.

Tras la reanudación el Almería iba a dar un paso al frente en busca de adelantarse en el marcador, algo que casi logra Corona apareciendo por sorpresa en zona de remate para cabecear al palo un buen centro por banda de Javi Álamo.

Los indálicos se adueñaban del partido cuando el Cádiz sufría la rigurosa expulsión del central Sankaré. Todo se ponía de cara y Javi Álamo protagonizó sendos testarazos tras centro de Nano y saque de esquina de Fidel que se marcharon fuera por poco y bien pudieron desequilibrar las tablas. La buscada envergadura en el mercado invernal parecía dar sus frutos.

Confiado en lo que acontecía sobre el campo y viendo al rival en inferioridad, Soriano prescindió de Vélez para dar entrada a Diamanka en busca de mayor presencia ofensiva. El cambio parecía lógico de no ser porque el senegalés ni está, ni se le espera.

Impotente para generar el desborde necesario que hiciera al Cádiz claudicar, el Almería no calibró el valor de sumar un punto en feudo ajeno en su delicada situación y fue víctima del error de turno. En esta ocasión, para no variar el guión, el protagonista fue Diamanka, que sufría el robo del esférico por parte de Aridane en campo contrario e iniciaba así una contra mortal de necesidad.

El central cadista arrancó la transición con la fe del que busca agua en el desierto y acaba encontrando petróleo. Condujo la pelota hasta terreno almeriense y la cedió para que Álvaro la pusiera en el área y Rubén Cruz la prolongase sobre la llegada de Aitor García en el segundo palo.

Controló sin que nadie le encimase y tuvo tiempo de poner el balón donde quiso, que fue la escuadra de Casto. El cambio en el banquillo se hace ya necesario como efecto exorcizante.

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