España supo ganarle a Japón en el partido por el noveno lugar, con un juego que fue mejorando de cuarto a cuarto, siendo decisivos los cinco goles de Albert Español, máximo goleador del encuentro.

Los dos guardametas fueron los verdaderos protagonistas en los primeros minutos del encuentro, que bloquearon varios tiros de sus adversarios y el marcador finalmente se abrió gracias al japonés Adachi.

Poco después Español empató tras acertar con una pena máxima, pero la defensa nipona resultó ser muy incómoda para el juego español, que no pudo romperla en el resto del tiempo que quedó del primer cuarto.

Si en el primer parcial fueron pocos goles, en el segundo el juego cambió y España respondió con seis goles a los cuatro tantos anotados por los japoneses.

En el tercer cuarto Motos salvó a la selección española de varios goles, entre ellos un penalti, mientras que Gutiérrez marcó dos goles, manteniendo así la diferencia de dos tantos.

En el cuarto final, Japón buscó igualar el marcador, pero le faltó tiempo y fuerza para acercarse a España, que pudo conservar su ventaja hasta finalizar el partido, concluyendo de esa manera en la novena posición del Mundial de Budapest.