El Getafe, que en el meollo de la temporada irrumpió como aspirante a logros mayores, a la conquista de la Copa del Rey o de la Copa de la UEFA, se ha reencontrado con el reflejo del inicio del curso, cuando estuvo las siete primeras jornadas sin ganar y anclado en puestos de descenso.

Entonces, a pesar del buen juego, el cuarto proyecto de Ángel Torres en Primera División, a las órdenes del danés Michael Laudrup, tropezó ante el Sevilla, Recreativo, Espanyol, Deportivo, Valencia, Real Madrid y Mallorca. Acumulaba dos puntos, de los empates en el Coliseum ante el conjunto onubense y el gallego. El resto fueron todo derrotas. La victoria no llegó hasta el 21 de octubre, ante el Murcia (2-0). Tardó tres partido más en escapar del los tres últimos puestos.

Ahora, en el tramo final del curso, padece su peor racha. Siete encuentros sin ganar. En el momento decisivo. El conjunto madrileño ha caído en picado desde que salió malparado de la aventura continental. Frente al Bayern Múnich, condenado por el infortunio a pesar de su buena imagen.

Acostumbrado a las alturas no supo asimilar el retorno a lo cotidiano. A la lucha por una permanencia cada vez más enconada y a la vez más próxima. Uno tras otro los puntos se fueron quedando en el camino.

Desde que ganó al Racing (2-1) el pasado 16 de marzo, el conjunto de Michael Laudrup ha sido incapaz de sacar adelante los partidos contra el Athletic, ante Osasuna, Barcelona, Zaragoza, Levante, Atlético de Madrid y ayer, contra el Villarreal. En casi mes y medio ha sumado tres puntos. De tres igualadas. En el Coliseum contra el Atlético y Zaragoza y en el Nou Camp frente al Barcelona. De los demás salió derrotado.

Mucho ha tenido que ver en ello la sequía anotadora en la que se ha envuelto el equipo. Sólo Rubén de la Red y el uruguayo Juan Ángel Albín han visto puerta en estos siete últimos partidos.