Deportes

Huercalenses en un álbum

  • El CD Huércal realiza una colección de cromos de los jugadores de sus equipos Verza, Julián y el canterano Joaquín acudieron a la presentación

Pocas cosas hay a los escolares que les guste más que cambiar cromos de fútbol en el recreo. Yo tengo a éste, necesito el otro, te lo cambio por tres, voy a comprarme más sobres... Infinidad de estratagemas para terminar la colección y conseguir a ese futbolista tan valioso que sólo unos pocos afortunados tienen en su taco de cromos.

Lo tradicional es coleccionar a los futbolista de la Liga Española o los de un Mundial. Sin embargo, Javicho y De Gomar pusieron de moda en El Ejido los cromos de los niños de la cantera y a esta curiosa iniciativa se unió la Agrupación Deportiva Huércal. La idea surgió el pasado mes de noviembre y después de media temporada echando fotos a todos los jugadores de sus 25 equipos, ayer se presentó la primera colección oficial que realiza con toda la ilusión del mundo el club.

El pabellón de la localidad huercalense se quedó pequeño en la tarde de ayer para la presentación de los cromos de las futuras promesas de Huérca de Almería. Precisamente una de ellas en busca de la consagración, Joaquín Fernández, ayer acudió junto a Verza y Julián Cuesta para firmar autógrafos. Si lo normal es que los futbolistas de la Unión Deportiva Almería firmen cromos, camisetas o bufandas de sus intereses, ayer por primera vez firmaron cromos de otros futbolistas. Claro, esos otros pequeños jugadores eran admiradores suyos y desean triunfar en el mundo del fútbol para que en el día de mañana su cromo no sólo se venda en Huércal de Almería, sino en toda España.

Bien significativas fueron las palabras de Joaquín Fernández, jugador del Almería B criado en la cantera huercalense: "Hace unos años yo también deseaba que vinieran los jugadores del Almería para conocerlos en persona y que me firmaran". Ayer, él era uno de los firmantes y seguro que desea que dentro de pocos años haya un niño de su mismo pueblo como profesional del fútbol.

Ilusionados, risueños y con su álbum debajo del brazo, los pequeños se fueron a sus casas con el deseo de que en el recreo de hoy puedan cambiar ya cromos y encuentren el más valioso: el de ellos mismos.

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